En pocos días mi marido me ha cambiado el móvil (con los puntos de Telefónica) y me ha grabado cientos de juegos nuevos pirata en la NINTENDO DS, y todo eso sólo porque le dije que el sonido de mi móvil no se escuchaba bien y ese móvil era un M, y porque mi hermana tenía el MARIO KARTS, lo probé un fin de semana en el pueblo (allí tengo canguros para el nene por doquier) y me enganché. La primera cuestión es que el nuevo móvil es un follón, y no tengo ganas de ponerme a grabar todas las fotos de mi niño que he hecho con el viejo y luego cambiar de móvil, me da pereza y tengo muchísimas cosas que hacer antes que eso. Y la segunda es que para qué quiero yo tantos juegos en la NINTENDO DS si hace un siglo que no toco mi BRAIN TRAINING y miedo me da tocarlo porque el doctor japonés ese que vive dentro me va a echar la bronca y yo ando muy sensible para broncas xdddd!!! Además en la lista de juegos, ni siquiera está el MARIO KARTS, en fin que no sé para que hablo. Sé que mi maridito todo esto lo hace con buena intención pero jodo, no se da cuenta de que toda su buena intención me complica bastante. Y es que yo adoraba la tecnología, pero antes, cuando tenía tiempo, pero ahora que soy madre y el tiempo es oro para mí, la mayor tecnología que toco es la del programa de la secadora y la de la posición de la ruedecilla de la plancha, vamos lo último de lo último. Y ya para colmo en estos casi seis meses de vida de mi niño, a ratos escondidos me curro mi precioso albúm HOFMANN y cuando lo voy a enviar me da error en la transmisión de datos FTP, y la ayuda me remite a mi proveedor de internet porque algo en el puñetero router no deja hacer el envío, manda "guevs", estoy que trino. Mirad que os prometo que como me cabree no vuelvo a tocar nada digital hasta año nuevo, grrrrr!!!
Te hablo de unas coordenadas. Te hablo de un punto en el mundo. En la tierra. Un punto de inflexión en mi vida. En tu vida. En la nuestra. Y un día de abril por la tarde dimos el paso. Ahora ya no hay marcha atrás. Hace 12 años que mi corazón late más fuerte de lo normal. A veces lo hace a un ritmo pausado pero cuando te siento mi pulso se acelera y ya no hay marcha atrás. No había sido mujer de flirteos jamás. De hecho creo que no sé flirtear. Y me ha desconcertado siempre que alguien intente flirtear conmigo. Pero recuerdo cuando tú empezaste a hacerlo conmigo tan directamente, en aquel entorno virtual que ahora me parece lejano y confuso. Tocaste mi fibra sensible hablándome de lo que sabes que me apasiona, el cine. Y quise huir. Me resistí. Sabía que no estaba bien. Pero qué es lo bueno y lo malo? Cómo puede ser malo algo que te hace sentir feliz? La distancia fue una bendición para salvar el peligro que suponía sentirme tan atraída por ti. Una vez nos acercamos...
Comentarios
yo tengo un nuevo cel y no se ni como funciona se supone hace de todo pero ni el volumen puedo subirle. En esta casa elplaystation esta monopolizado por borja, asi que me abstengo a mas comentarios.