Yo no suelo hablar de política en mi blog, simplemente porque hace tiempo que este asunto dejó de interesarme.
Como la gran mayoría de la población española he perdido el interés por este tema y por los políticos. Estoy desengañada casi todo el tiempo y a partir de ahí algunos ratos reconozco que me siento enfadada por la situación de abuso de poder en general que se evidencia en cada "piedra" que levantamos en el camino.
Para colmo y viendo lo mal que todo va resulta que tengo la suerte de además estar en el meollo del conflicto catalán. Éramos pocos y parió la abuela sí. Yo por si alguien no lo tiene claro soy aragonesa pero vivo y trabajo en Cataluña. Así que puedo comprobar a diario lo que piensa mi entorno respecto a esta cuestión.
Cuando voy a mi tierra noto como muchos de mis paisanos desprecian a los catalanes, y me pongo triste, cuando estoy aquí noto como muchos catalanes se sienten ofendidos y enfadados con todo lo que denota acento español, y me pongo triste.
Entonces se me ocurre leer o ver noticias, y veo a Mas avanzando firme en su plan para lograr la independencia de Cataluña de mi país, España. Y veo también a Rajoy encabritándose cada vez más. Y entonces os confieso que simplemente me asusto.
Y me asusto porque este desacuerdo no puede llevar a nada bueno. Cada bando cada vez se radicaliza más. Los catalanes independentistas son cada vez más numerosos porque ven la separación de España como la solución a la crisis y a todos los problemas que les envuelven. También va "in crescendo" el número de españoles que miran con enfado el "rebote" catalanista. Mientras en Euskadi aguardan tranquilos para esperar su turno. España se está desmoronando. Y aquí no hay ningún político valiente que sea capaz de agarrar el toro por los cuernos.
Al principio pensaba que habría sido correcto dejar votar porque estaba convencida de que ganaría el no, y el asunto se diluiría. Un poco lo que ha acabado sucediendo en Escocia. Pero con el paso del tiempo la demócrata que vive en mí está dudando por temor. Temor a que pueda ganar el sí y que vivamos un divorcio traumático entre España y Cataluña. Así que con todo el dolor de mi corazón deseo que no de produzca esa consulta.
En definitiva y siendo sincera me siento desesperanzada, ojalá me equivoque, pero creo que este asunto puede tener consecuencias terribles. Y ni siquiera soy capaz de escribir lo que estoy pensando, porque no me atrevo...
Comentarios