A ver hoy toca hablar de la Navidad y estar feliz y todas estas patrañas. Yo ya sabéis que no soy muy pronavideña que digamos pero claro si pienso que tengo un hijo maravilloso, que está perpetuamente resfriado, como las nieves de Kilimanjaro, pero al que adoro más que a nada y a nadie, pues ya lo tengo más fácil para estar contenta. Y si sigo mirando a mi alrededor y veo a mi estupendo marido que es más bueno que el pan y tiene más paciencia que el Santo Job, al que quiero mucho como la trucha al trucho pues no es difícil dibujar una sonrisa. Y si a eso le añado la 6º copa del Barça del sábado una ya tiene más motivos para estar como unas pascuas estos días. En fin que éstas no son unas fiestas al uso es evidente. Aún no tengo mi casa lista, y ya no sé cuando la tendré porque hay más retrasos en mi piso que en el mismo aeropuerto de Barajas, así que sigo "homeless" y de "okupa" en territorio enemigo, o en casa de la suegra que es lo mismo, con lo que no he podido p...
El mundo visto con humor, amor y mucha tolerancia.