Esto es un desastre, els Ports de Beseit, uno de los lugares sin duda más bonitos que ha parido la madre tierra están ardiendo sin parar. El viento sopla en su contra, los efectivos luchan sin tregua, algunos incluso han caído en la batalla, cuatro exactamente, y mientras desde aquí, a media distancia, observo y escucho a los hidroaviones como viajan en un sentido y en otro hacia el mar para repostar agua. Horta de Sant Joan, enclavada en la comarca tarraconense de la Terra Alta, desde su privilegiado mirador de els Ports de Beseit, está sitiada, atrapada y asustada por las lenguas de fuego que se dibujan en un horizonte demasiado cercano. Un pueblo maravilloso que a pesar de lo que está sucediendo os recomiendo encarecidamente visitar por su belleza y singularidad. Hasta Picasso decidió perderse en él un tiempo. En fin que hoy esa bellísima tierra a la que ya hace un tiempo le dediqué un post sufre y yo sin remedio alguno sufro con ella.
Te hablo de unas coordenadas. Te hablo de un punto en el mundo. En la tierra. Un punto de inflexión en mi vida. En tu vida. En la nuestra. Y un día de abril por la tarde dimos el paso. Ahora ya no hay marcha atrás. Hace 12 años que mi corazón late más fuerte de lo normal. A veces lo hace a un ritmo pausado pero cuando te siento mi pulso se acelera y ya no hay marcha atrás. No había sido mujer de flirteos jamás. De hecho creo que no sé flirtear. Y me ha desconcertado siempre que alguien intente flirtear conmigo. Pero recuerdo cuando tú empezaste a hacerlo conmigo tan directamente, en aquel entorno virtual que ahora me parece lejano y confuso. Tocaste mi fibra sensible hablándome de lo que sabes que me apasiona, el cine. Y quise huir. Me resistí. Sabía que no estaba bien. Pero qué es lo bueno y lo malo? Cómo puede ser malo algo que te hace sentir feliz? La distancia fue una bendición para salvar el peligro que suponía sentirme tan atraída por ti. Una vez nos acercamos...
Comentarios
Siempre me ha llamado la atención que con tantos adelantos, tanta tecnología y tanta ciencia, todavía no hayamos sido capaces de dominar el primer gran descubrimiento del hombre: el fuego. ¿Algún día llegará una solución a los incendios...?
Un apena.