Ir al contenido principal

Propósitos y despropósitos.

La relación siempre resulta inversamente proporcional, a más tiempo libre dispongo menos lo aprovecho. Ayer mi hijo echó una siesta de esas de Record Guiness, casi cuatro horas, monumental! Podría haber planchado parte de la montaña de ropa que duerme quieta en la habitación de invitados, podría haber haber descargado las fotos del viaje y empezar a confeccionar el Hoffman que me he propuesto hacer de la escapada a Menorca o colgar alguna aquí en mi blog, podría haberme puesto a avanzar capítulos de la 5a de LOST que al paso que voy me van a adelantar hasta los de Cuatro que ya echan dos cada tarde en la sobremesa, podría haber leído un poquito más del culebrón de moda del verano MILLENIUM (por mi cumple me regalaron la trilogía entera y aún voy por la página 20 del primer tomo, eso no dice mucho de mis habilidades lectoras de antaño que tan tristemente han sufrido un decaimiento en los últimos tiempos), podría hacer tantas cosas, y sin embargo, me pasé la tarde dormitando en el sofá cual marmota.
Y cuando a las 18:00 clavadas, 17:00 en Canarias, mi pequeño empezó a llorar como si le estuvieran arrancando el alma con pinzas de barbacoa (los que tenéis niños sabéis a lo que me refiero), me desperté sobresaltada, miré el reloj y no di crédito a lo que vi, era tardísimo. Así que cogí al vuelo a mi hijo, le di la merienda rápidamente, le cambié el pañal, lo vestí y salí pitando con el coche a casa de mi suegra para dejarlo allí mientras mi teléfono sonaba estruendoso indicándome que mi marido me llamaba nervioso dado que ya estaba llegando tarde a su visita concertada con el dermatólogo.
Llegando a la consulta médica andaba pensando en lo bien que me había sentado esa siesta, en la de días que hacía que no podía echarme una igual porque durante las vacaciones en Menorca habíamos planeado el día de modo que por la mañana visitábamos lugares turísticos, comíamos en ruta y después el peque dormía en el coche mientras nos dirigíamos a pasar la tarde en alguna tranquila cala por lo que el factor siesta salía fuera del plan por completo. En cualquier caso no podía evitar sentir que había desaprovechado la tarde, pero por otro lado había dormido tan a gusto. Y eso no tiene precio la verdad.
Por eso esta mañana al poner un pie en el suelo he decidido seguir con el buen talante y la relajación que me han proporcionado estos días de vacaciones disfrutados y tomarme las tardes con más calma, que lo que no se haga hoy se hará mañana, que ya voy suficientemente estresada todo el año leñes! Y es que siete días en compañía de mis dos chicos, bajo el sol de Menorca, refrescada por sus maravillosas y cristalinas aguas, y alojaada en un hotel maravilloso tenían que dar sus frutos sí o sí.
Así que a ver cuánto me dura este nuevo propósito del verano, testigos sóis!

Comentarios

El Impenitente ha dicho que…
Muy largas son las tardes en verano. Y una tarde de verano sin siesta es como un jardín sin flores.
Arual ha dicho que…
La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida. Justo después de escribir este post me tocó una tarde y una noche con mi hijo de esas toledanas, toledanas, y ahora en este punto llevo más de 24 horas casi sin pegar ojo.
Juan Rodríguez Millán ha dicho que…
Pues te iba a poner "que dure", pero viendo tu comentario lo voy a tener que cambiar por un "vaya por dios"...

Supongo que es (una de las cosas de) lo que tiene tener un pequeñajo en casa, que hace que tus días sean la más absoluta de las incógnitas...
Arual ha dicho que…
Si ya lo decía Forrest Gump, la vida es como una caja de bombones, nunca se sabe qué te va a tocar, y con un bebé aún menos, :)
Lola ha dicho que…
Pues sí, Arual, te he leido y me ha gustado tu manera de expresarte o sea que volveré a visitarte.
Vive tu vida buscando esos momentos de felicidad que ahora te ofrece, con siesta o sin siesta. Aprovecha cada momento, que es único. Un beso Lola
http://boheme.zruspas.org
Arual ha dicho que…
Vuelve cuando quieras Lola!

Entradas populares de este blog

No pudo ser.

Breve post para contaros que se ha interrumpido involuntariamente mi deseado embarazo. Volveré cuando esté un poco mejor... Ahora no tengo palabras.

Despertar de nuevo...

Abro los ojos de nuevo al mundo, despierto de una especie de ensoñación o pesadilla más bien, donde el mundo, mi mundo, se estaba desmoronando. Miro hacia mi alrededor y todo sigue bien. Mi sobrino es un bebé sano y regordete que no necesita estar conectado a una máquina y puede salir a pasear cada día por la calle. Nadie lleva mascarilla. No ha habido una avalancha de muertes inesperadas. Puedo abrazar a mi amiga después de un día duro para darle ánimo y nadie me mirará con cara de reprobación. Puedo planificar mi próxima escapada a un concierto, o mi próximo viaje, y no necesitaré un PCR negativo. No hay toque de queda. Puedo ver salir el sol. Comer una hamburguesa en la calle está bien. Hacerlo en una terraza también. No conozco el concepto distancia social. Lo más hidroalcohólico que tengo es el último gin tonic que tomé el sábado pasado. No hay pandemia. Y no he cometido ningún estúpido error. No he visto la cara B de la vida y no quiero verla.  Pero desde mayo tengo una sonrisa 

Burning night.

Voy falta de sueño, bueno de sueño y de muchas otras cosas, y puede que eso nuble mi entendimiento, como la solteras nublan el entendimiento de Carlos Baute y lo dejan colgado no precisamente en sus manos cada tarde en esa cosa que se parece a un programa pero que la verdad no acabo de entender muy bien que es y que se llama ELÍGEME. ¿Pero Carlos Baute no prefería a los estibadores portuarios? Siempre lo había creído así pero viendo como desnuda con la mirada a las mocetonas que entran en su plató tengo una duda más que considerable al respecto. En fin a lo que íbamos que tengo la cabeza un poquito atolondrada (ufff esta palabra que acabo de usar era la favorita de la Hermana María, mi profe de mates de 8º EGB, así de repente me ha venido un flash de su imagen a la cabeza, no os digo que no estoy fina...) y puede que eso haga que ande un poco monotemática, pero tenéis que perdonarme, I'm happy, so happy, y no se me puede aguantar, I know. Y es que esta noche... VAMOS A QUEMAR MESTA