Ir al contenido principal

Decepción.

Ya hace seis meses que mi socio se quedó en paro y hoy ha tenido su primera entrevista de trabajo. Seis meses y una entrevista. Mi chico es una persona con amplia experiencia, responsable, formado y en formación constante. Su valía indiscutible. Y seis meses ha estado sin una entrevista mísera. Es de locos.

Hoy la verdad es que estaba contenta. No quería poner las expectativas altas pero era inevitable sentirme bien con la posibilidad de que contrataran a mi chico. Tenía nervios, he dormido mal y las cosquillas en mi estómago no paraban de revolverlo.

Cuando me ha enviado un whatsapp el corazón me ha dado un vuelco. Había malas noticias. La entrevista no ha tenido el resultado esperado. El trabajo no era estrictamente de lo suyo pero era algo que podía hacer bien y para lo que está preparado. Pero no ha habido suerte. El gerente de la empresa ha decidido cubrir el puesto internamente con otra persona que desempeñará los dos roles y ya no hace falta nadie para esa vacante. Siga buscando...

Ahora toca resetearse, volver a mirar en positivo el futuro y no perder la esperanza, pero cómo no hacerlo... En fin hoy siento decepción. No hay más.


Comentarios

Opiniones incorrectas ha dicho que…
Pues que se hubiera ahorrado ilusionar a la gente, vaya con el gerente.

Lo siento mucho, cielo, espero que pronto salga algo mejor ;)

Besos

26+3
Arual ha dicho que…
Gracias guapa!

Entradas populares de este blog

Burning night.

Voy falta de sueño, bueno de sueño y de muchas otras cosas, y puede que eso nuble mi entendimiento, como la solteras nublan el entendimiento de Carlos Baute y lo dejan colgado no precisamente en sus manos cada tarde en esa cosa que se parece a un programa pero que la verdad no acabo de entender muy bien que es y que se llama ELÍGEME. ¿Pero Carlos Baute no prefería a los estibadores portuarios? Siempre lo había creído así pero viendo como desnuda con la mirada a las mocetonas que entran en su plató tengo una duda más que considerable al respecto. En fin a lo que íbamos que tengo la cabeza un poquito atolondrada (ufff esta palabra que acabo de usar era la favorita de la Hermana María, mi profe de mates de 8º EGB, así de repente me ha venido un flash de su imagen a la cabeza, no os digo que no estoy fina...) y puede que eso haga que ande un poco monotemática, pero tenéis que perdonarme, I'm happy, so happy, y no se me puede aguantar, I know. Y es que esta noche... VAMOS A QUEMAR MESTA

No pudo ser.

Breve post para contaros que se ha interrumpido involuntariamente mi deseado embarazo. Volveré cuando esté un poco mejor... Ahora no tengo palabras.

Despertar de nuevo...

Abro los ojos de nuevo al mundo, despierto de una especie de ensoñación o pesadilla más bien, donde el mundo, mi mundo, se estaba desmoronando. Miro hacia mi alrededor y todo sigue bien. Mi sobrino es un bebé sano y regordete que no necesita estar conectado a una máquina y puede salir a pasear cada día por la calle. Nadie lleva mascarilla. No ha habido una avalancha de muertes inesperadas. Puedo abrazar a mi amiga después de un día duro para darle ánimo y nadie me mirará con cara de reprobación. Puedo planificar mi próxima escapada a un concierto, o mi próximo viaje, y no necesitaré un PCR negativo. No hay toque de queda. Puedo ver salir el sol. Comer una hamburguesa en la calle está bien. Hacerlo en una terraza también. No conozco el concepto distancia social. Lo más hidroalcohólico que tengo es el último gin tonic que tomé el sábado pasado. No hay pandemia. Y no he cometido ningún estúpido error. No he visto la cara B de la vida y no quiero verla.  Pero desde mayo tengo una sonrisa