Ya le dijimos adios al verano. Un verano ciertamente especial. Y nos plantamos en otoño. Chaqueta para todo y mi niño a punto de cumplir cuatro meses ya. Como pasa el tiempo xddd!!! Este verano ha sido bueno. Primero fuimos campeones de Europa. La menda, futbolera de pro, se perdió poquicos partidos, y en esas me puse de parto, y ya los cuartos, semifinales y final, los pude ver con mi tesorito en brazos. Luego las olimpiadas en agosto, y en China, perfectas para mis nuevos horarios, ¿qué leches habría visto yo sino a las seis de la madrugada cuando mi nene se despertaba para su toma? Pues las olimpiadas. Vi de todo, de todo. Hacía desde el 92, año de las olimpiadas barcelonesas, que no me tragaba tanto deporte en televisión. Y disfruté como una enana, todo sea dicho de paso. Los paralelismos con aquel mítico verano aumentaban, y es que en aquel lejano verano pensé haber encontrado el amor de mi vida, pero no ha sido hasta este verano, el del 2008, en el que realmente lo conocí, fue el...
El mundo visto con humor, amor y mucha tolerancia.