Respect.

Hoy recordaba aquel capítulo de FRIENDS en el que Ross debía renunciar a sus amigos por las peticiones insistentes de su celosa esposa Emily. La moza razones tenía porque rondando Rachel por ahí, yo tampoco habría estado tranquila. Pero diez temporadas de idas y venidas acabaron demostrándonos a todos lo que ya intuíamos desde siempre, Ross y Rachel debían acabar juntos, aunque para ello tuviéramos que sufrir como posesos los fans de la serie en un par de episodios de infarto.
Nunca me gustó la idea de tener una pareja posesiva que me impidiera disfrutar de mis amigos, alguien como Emily que incluso obliga a Ross a mudarse de piso. De hecho nunca la tuve. Pero sí tuve amigos o amigas a mi alrededor que las tuvieron, mejor dicho las sufrieron, y siempre pensé que era un modo feo y poco saludable de cohartar la libertad de una persona.
Cuando conocí a mi marido lo que más me gustó de él fue que tampoco quería que le invadieran su espacio propio. Y cuando con el tiempo él invadió un poco el mío o yo invadí un poco el suyo, fue por voluntad mutua y consenso absoluto.
Jamás tuve que elegir entre él y el mundo, y por eso creo que nuestra relación, con sus altos y sus bajos, ha funcionado y funciona siempre tan bien.
Uno puede pasarse la vida leyendo tratados, artículos de revistas o libros sobre relaciones personales, pero el sentido común, del cual me gusta echar mano siempre, me dice que el respeto por todo lo que el otro significa y es, antes y después de conocerle, es lo primero.
Y puede que de todo ello no hable la literatura de grandes amores, ni el cine, tal vez este detalle parezca superfluo, pero para mí es tan esencial como la más desatada de las pasiones. Y es que soy práctica para todo, hasta para el amor, incluso para el fútbol, creedme. De ahí que no me deje embelesar por ideas tan románticas como la de tener a Pep Guardiola de entrenador en el Barça el próximo año. Parece épico y bonito, un canterano de carisma que formó parte del "Dream Team" y que ahora resurge de las cenizas cual Ave Fenix para salvar al planeta, bueno no que esto es cosa de Hiro Nakamura, par salvar al equipo culé... Pues no sé de momento esto a mí no me emociona. Esperaremos a ver resultados, eso sí desde el respeto más absoluto por él. Adios Frank, hola Pep!
Y os dejo ya que de un tema me voy a otro cual tertuliano de oferta.