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Mostrando entradas de abril, 2010

Qué belleza tan suprema!

Por fin ha llegado!

Fenómenos inexplicables.

Este cardo borriquero es la pareja de hombre más cañón que ha pisado la tierra hasta el momento... ¿es o no es un fenómeno inexplicable? Muerta me he quedado!

La secta.

Casi cuatro años después de este sueño , una pequeña parte del mismo por fin se cumple, y no, tranquilos, no me ha tocado la loteria y vengo a haceros envidia aquí, nada más lejos. Digo una pequeña parte porque en realidad era un caprichillo que tenía pendiente de regalarme a mí misma hace mucho tiempo y que por fin me he animado a dármelo, arrastrada un poco por la circunstancia de que mi antiguo portátil ha muerto, descanse en paz. Así que al fin me he comprado un Mac. Y es que hace mucho tiempo que estoy tentada por una de las sectas más peligrosas que se conocen, la secta Apple, casi tan temible como la de la Termomix. Primero era una tentación pequeñita pero poco a poco su sombra se fue alargando. Y fue así porque una buena amiga cayó hace tiempo en los amplios tentáculos que la marca tecnológica de la manzanita extiende sobre todos aquellos a los que nos gusta en mayor o menor medida la tecnología. Después fue mi jefe quien sucumbió a los encantos de los Mac. Y más tarde muchos d

Big may.

Mirando el calendario para preparar una escapadita sorpresa con mis dos chicos con motivo del cumple de mi marido a finales de abril, que si nada falla será a Valencia para ver el Oceanografic (a mi hijo le chiflan los animales), me he parado a mirar la hoja de mayo y de repente me he dado cuenta que el fin de semana del 22-23 de mayo puede llegar a ser bestial. Empezará con la final de la Champions ese sábado en el Bernabeu donde espero y deseo se encuentre el equipo de mis amores luchando por volver a ganar la preciada copa, y acabará con la finalísima de LOST con doble capítulo prevista para ese domingo y que si los rumores que corren por la red no son falsos la podremos ver en CUATRO en riguroso directo y VOSE . En fin un par de días de agarrarse que viene curva, un par de días inolvidables!

Y aún persigo conejos blancos...

En una semana se estrena en nuestro país "Alice in Wonderland", el último trabajo de Tim Burton y este film lo veo en pantalla grande sí o sí. Hace que no piso una sala de cine desde que me fui a ver con mi madre la última peli de Woody Allen "Whatever works". Intento no perderme ni uno de sus estrenos anuales con la excepción del estreno de 2008 "Vicky Cristina Barcolona", que me pilló con el peque demasiado chiquito y no fui, aunque luego creo que tampoco perdí gran cosa. También trataba de hacer lo mismo con las producciones de Clint Eastwood aunque este año su "Invictus" se me ha quedado pendiente y tendré que verlo ya en la pantalla chiquita. Pero la Alicia de Burton la quiero ver en pantalla grande y con bol de palomitas regado de cola, la cuestión es innegociable. Así que ya he advertido a mi marido de la intención que llevo y dado que él disfruta de su afición, el enduro, cada vez que puede y con bastante asiduidad, y para ello yo ejerzo

Sex in the city.

Empiezo a estar aburrida con el tema pero últimamente mis amigos sólo hablan de una cosa y ya se hacen cansinos: el sexo. Y para nada soy Carrie Bradshow ni ellos son sus amigas pijas, glamourosas y neoyorkinas. Y no sólo ellos, me pasa casi lo mismo con los compañeros de trabajo. No es que no me divierta hablar sobre el tema un rato y echar unas risas, y ya no digamos el practicarlo pero al final es como todo, divagar sobre lo mismo siempre se convierte en un puro rollete. La cuestión es que empecemos con el tema que empecemos siempre acabamos en lo mismo. Y si además estamos de fiesta y algunas copitas acompañan la conversación entonces llegamos a los derroteros descritos mucho antes. El sábado pasado celebramos el cumple de mi amigo J. Es el mayor del grupo, de hecho cumplió 43, muy bien llevados por cierto. Fuimos a cenar y vinito por aquí vinito por allí. Luego reservamos una sala para fiestas privadas en un pub al que solemos ir y copita por aquí copita por allá. Yo me dediqué co