El domingo noche yo era un manojo de nervios. Mi hijo a pesar de que estaba al tanto de que un día de estos iba a ir al cole de mayores no era muy consciente de por qué la histérica de su madre iba de un lado para otro nerviosa ultimando detalles y repitiendo hasta la saciedad: "Mañana empezamos en el cole nuevo!".
Así que ayer lunes cuando lo desperté a las 9 (yo me había tomado el día libre en el trabajo, y él hasta las 10 no empezaba, no hacía falta madrugar) me dijo lloriqueando que él al cole de mayores no iba, que mejor se quedaba en casa con mamá. Pensé que ya estaba liada parda! Pero no perdí la calma. Y con palabras amorosas, convincentes y su camiseta del Barça (que nunca falla) lo convencí.
Desayunó, vio dibus mientras, nos arreglamos y salimos de casa andando (esto es lo mejor, tener el cole al ladito de casa, un lujazo!) cinco minutos antes. Él iba cogido de mi mano contento y feliz. Llegamos al patio de acceso directo a las clases de infantil y esperamos mirando expectantes al resto de niños y padres que allí aguardaban. Entramos en el aula cuando la profesora nos indicó y allí permanecimos un buen rato mientras llegaban el resto de niños de su turno. Más tarde explico lo de los turnos. Él estaba bien pero al ver que otros niños lloraban se puso más serio. Yo permanecí a su lado cogiéndole la mano y diciéndole que aquellos niños estaban emocionados por el momento especial que vivían y por eso lloraban. Él no paraba de repetirme: "Tú mami aquí quieta". Yo le expliqué que cuando su profe me indicara me iría, pero enseguida estaría de vuelta para buscarle porque estaba en casa justo al lado del cole y él se quedaría jugando a las construcciones un ratito allí con sus nuevos amigos. La profe de apoyo les sacó juguetes en las mesas muy oportunamente para relajar el ambiente. Él asintió pero su cara tristona me indicaba que a punto estaba de llorar y yo noté como la lágrima también amenazaba seriamente mi ojo... aissss!!! Aguanta!! Aguanta!!
Al cabo de unos diez minutos la profesora titular nos dijo que fuéramos saliendo. Yo le besé, él me besó y nos dijimos hasta luego. Me fui a casa con el corazón encogido mientras le explicaba todo lo sucedido a mi marido por el Whatsapp. Sólo estuvo allí dos horitas, nada más, a las doce en punto lo recogí. Y cuando vi su cara de completa felicidad y su profesora me dijo que había estado de 10 me alegré tanto que ya se me pasaron los nervios y la angustia de golpe. Nos fuimos al hiper que hay al lado a comprar el pan y la fruta para comer de postre la mar de contentos. Luego comimos en casa unos spaguetti riquísimos y pollo rebozado (fue el menú que me pidió) y un montón de uvas dulces recién compradas. Y pasamos la tarde tan campantes en casa jugando y viendo dibus.
La cuestión es que fue un muy buen día de comienzo pero lo que me chirría más de este proceso es el método de adaptación que han usado. Resulta que han hecho turnos para empezar las clases. Mi hijo ayer hizo de 10 a 12 pero hoy a su grupo le toca de 15 a 17. Mañana otra vez al revés, o sea que volverá a ir de mañana. Y el otro grupo hace los horarios cambiados. Claro él hoy al levantarse se preguntaba por qué no iba al cole otra vez y le he tenido que contestar que de mañana estaría con la yaya y a la tarde iría al cole, un lío. Ahora que lo tenía convencido!! Yo comprendo que a las profesoras (este mes va a tener dos por la adaptación, cosa que veo bien) les va mejor no tener a toda la clase y tener sólo a la mitad. Pero para los niños habría sido mejor pienso un turno de mañana y otro de tarde, pero todos los días igual. Y empezar el jueves ya con horario completo, o el lunes siguiente si quieres apurar más la adaptación. En fin a lo hecho pecho, pero para mi peque éste horario creo que lo ha despistado más que lo ha ayudado. Bueno sólo serán tres días y el jueves prueba de fuego, jornada completa, a ver qué tal.
Así que ayer lunes cuando lo desperté a las 9 (yo me había tomado el día libre en el trabajo, y él hasta las 10 no empezaba, no hacía falta madrugar) me dijo lloriqueando que él al cole de mayores no iba, que mejor se quedaba en casa con mamá. Pensé que ya estaba liada parda! Pero no perdí la calma. Y con palabras amorosas, convincentes y su camiseta del Barça (que nunca falla) lo convencí.
Desayunó, vio dibus mientras, nos arreglamos y salimos de casa andando (esto es lo mejor, tener el cole al ladito de casa, un lujazo!) cinco minutos antes. Él iba cogido de mi mano contento y feliz. Llegamos al patio de acceso directo a las clases de infantil y esperamos mirando expectantes al resto de niños y padres que allí aguardaban. Entramos en el aula cuando la profesora nos indicó y allí permanecimos un buen rato mientras llegaban el resto de niños de su turno. Más tarde explico lo de los turnos. Él estaba bien pero al ver que otros niños lloraban se puso más serio. Yo permanecí a su lado cogiéndole la mano y diciéndole que aquellos niños estaban emocionados por el momento especial que vivían y por eso lloraban. Él no paraba de repetirme: "Tú mami aquí quieta". Yo le expliqué que cuando su profe me indicara me iría, pero enseguida estaría de vuelta para buscarle porque estaba en casa justo al lado del cole y él se quedaría jugando a las construcciones un ratito allí con sus nuevos amigos. La profe de apoyo les sacó juguetes en las mesas muy oportunamente para relajar el ambiente. Él asintió pero su cara tristona me indicaba que a punto estaba de llorar y yo noté como la lágrima también amenazaba seriamente mi ojo... aissss!!! Aguanta!! Aguanta!!
Al cabo de unos diez minutos la profesora titular nos dijo que fuéramos saliendo. Yo le besé, él me besó y nos dijimos hasta luego. Me fui a casa con el corazón encogido mientras le explicaba todo lo sucedido a mi marido por el Whatsapp. Sólo estuvo allí dos horitas, nada más, a las doce en punto lo recogí. Y cuando vi su cara de completa felicidad y su profesora me dijo que había estado de 10 me alegré tanto que ya se me pasaron los nervios y la angustia de golpe. Nos fuimos al hiper que hay al lado a comprar el pan y la fruta para comer de postre la mar de contentos. Luego comimos en casa unos spaguetti riquísimos y pollo rebozado (fue el menú que me pidió) y un montón de uvas dulces recién compradas. Y pasamos la tarde tan campantes en casa jugando y viendo dibus.
La cuestión es que fue un muy buen día de comienzo pero lo que me chirría más de este proceso es el método de adaptación que han usado. Resulta que han hecho turnos para empezar las clases. Mi hijo ayer hizo de 10 a 12 pero hoy a su grupo le toca de 15 a 17. Mañana otra vez al revés, o sea que volverá a ir de mañana. Y el otro grupo hace los horarios cambiados. Claro él hoy al levantarse se preguntaba por qué no iba al cole otra vez y le he tenido que contestar que de mañana estaría con la yaya y a la tarde iría al cole, un lío. Ahora que lo tenía convencido!! Yo comprendo que a las profesoras (este mes va a tener dos por la adaptación, cosa que veo bien) les va mejor no tener a toda la clase y tener sólo a la mitad. Pero para los niños habría sido mejor pienso un turno de mañana y otro de tarde, pero todos los días igual. Y empezar el jueves ya con horario completo, o el lunes siguiente si quieres apurar más la adaptación. En fin a lo hecho pecho, pero para mi peque éste horario creo que lo ha despistado más que lo ha ayudado. Bueno sólo serán tres días y el jueves prueba de fuego, jornada completa, a ver qué tal.
Comentarios
Supongo que el cambio de horario será porque algunos padres se quejarían de que les tocara siempre por la mañana o siempre por la tarde... Tiene toda la pinta de ser la típica solución salomónica para que nadie proteste...
Un beso.
En nuestro caso el periodo de adaptación es toda esta semana tres cuartos de hora cada DIA. Hoy ha sido el primer DIA, no ha ido mal del todo. Luego lo contare.
Animo!!! Q en breve estaréis adaptados los dos.
A ver ma;ana...
Lo de los horarios la verdad que también a mí me parecen raros-raros...
Por aquí también hacen varios turnos, pero todos son a la mañana (De 9 a 11 y de 11 a 13), y siempre el mismo turno... Pero bueno... Si el peque va bien, pelillos a la mar!
Lo de los horarios la verdad que también a mí me parecen raros-raros...
Por aquí también hacen varios turnos, pero todos son a la mañana (De 9 a 11 y de 11 a 13), y siempre el mismo turno... Pero bueno... Si el peque va bien, pelillos a la mar!