Desde el día que nace un hijo los cambios que va experimentando con el tiempo son alucinantes. Al principio son tan chiquitos, vulnerables, dependientes de las madres, poco a poco sus descubrimientos son sorprendentes, su primera risa, su primer pasito, su primer gu-gu, cada acción nueva que realiza la observamos expectantes y llenos de emoción. Sin darnos cuenta agotamos ese tiempo tan corto y maravilloso que nuestro pequeño tiene de bebé. Y llega un buen día que miras a tu hijo y te das cuenta que ya no es precisamente un bebé, es un niño, simplemente. En mi caso no me di cuenta de ese cambio cuando pasé de comprarle ropita en la sección baby a adquirirla en la sección toodler, básicamente porque mi hijo gastaba ropita de toodler mucho antes de cumplir los dos años. Creo que no me he dado cuenta de que mi bebito no era tan bebito hasta hace pocos días. Y dos hechos han dado el pistoletazo de salida a esta nueva consciencia sobre mi retoño.
El primero ha sido la preinscripción escolar. Elegir colegio infantil ha sido un punto de inflexión muy importante, sé que no hay mucha diferencia entre la guardería y la educación infantil, todo el mundo con niños mayores me lo advierte, pero sinceramente yo me imagino a mi pequeño mochila en mano enfrentándose ese primer día al nuevo mundo que es el colegio y que ya nada tiene que ver con la "nube", perdonad la metáfora, en la que pasa las mañanas y los mediodías y que para mí representa la guardería. Mucho tiene que ver que la tutora actual de mi hijo es maravillosa, maternal, adorable, lo quiere con locura, se le iluminan los ojos cuando habla de él conmigo, en fin que realmente nos hemos topado con una educadora fantástica y que además mi hijo ha tenido la suerte de estar con ella tanto en P1 como en P2. Así que me da una pena tremenda que el año que viene mi hijo no pueda estar con ella y tenga que ir a un lugar nuevo. Para colmo el martes salieron las listas de la preinscripción con tal mala suerte que el colegio elegido en primer lugar tiene 62 solicitudes para 50 plazas, vamos que podemos quedarnos fuera (y es que yo no he trampeado con ningún informe médico falso para tener más puntos claro), y esta incógnita parece ser que no se va a resolver por completo hasta principios de mayo.
El segundo hecho es, y no quiero gritarlo mucho a los cuatro vientos porque no me lo acabo de creeer, el abandono del pañal diurno. No he querido explicar nada hasta ahora porque tal y como iba sucediendo todo parecía un sueño. Sabéis que lo de mi hijo y su pañal ha sido un love story en toda regla. El pasado verano cuando tratamos de quitarlo fue un desastre. La verdad es que no estaba preparado, pero como tenía ya dos años, hacía calor, todo parecía indicar que era el momento, craso error. Aquella intentona hizo que él se agarrara al pañal con más ahínco y cada vez que le nombraba lo de hacer pipí en el wc o en el orinal él se ponía como loco a decirme que no. El tiempo pasó y desde hace unas tres semanas en la guardería su tutora lo iba sentando a ratitos a hacer pipí. Era todo como muy casual y nada forzado. Él llevaba su pañal y hacía pipí en el wc chiquito de la guardería. Cada vez el pañal aparecía más seco. La segunda semana ya no mojaba nada el pañal, todos los pipís los hacía en el wc. Asi que por las tardes cuando llegábamos a casa le propuse ir en calzoncillos y hacer pipí en el wc. Aceptó, yo alucinaba en colores. Alguna escapada hubo pero no muchas. El fin de semana pasado pasó mucho tiempo en casa con el calzoncillo puesto. Fue el primer entrenamiento serio. Y ya el lunes preparé una bolsa con bastante ropa de cambio y le puse calzoncillos para ir a la guardería. La sorpresa fue cuando al ir a buscarle llevaba la misma ropa que por la mañana, ni un "accidente", muy bien. Por la tarde en casa siguió igual de bien. Y así martes y miércoles también. Lo único que no consiente hacer en el wc es la caca, me pide que le ponga el pañal, la hace, y luego le limpio el culete, pero bueno el avance es importante. Ya veremos qué tal hoy jueves pero creo que vamos por buen camino para decirle adios al pañal, aunque ya digo que no acabo de creerme mucho este pequeño "milagro". En cualquier caso con este importante paso mi pequeño ya no es un bebé. Por eso hoy me pregunto con cierta nostalgia ¿dónde está mi bebé?
El primero ha sido la preinscripción escolar. Elegir colegio infantil ha sido un punto de inflexión muy importante, sé que no hay mucha diferencia entre la guardería y la educación infantil, todo el mundo con niños mayores me lo advierte, pero sinceramente yo me imagino a mi pequeño mochila en mano enfrentándose ese primer día al nuevo mundo que es el colegio y que ya nada tiene que ver con la "nube", perdonad la metáfora, en la que pasa las mañanas y los mediodías y que para mí representa la guardería. Mucho tiene que ver que la tutora actual de mi hijo es maravillosa, maternal, adorable, lo quiere con locura, se le iluminan los ojos cuando habla de él conmigo, en fin que realmente nos hemos topado con una educadora fantástica y que además mi hijo ha tenido la suerte de estar con ella tanto en P1 como en P2. Así que me da una pena tremenda que el año que viene mi hijo no pueda estar con ella y tenga que ir a un lugar nuevo. Para colmo el martes salieron las listas de la preinscripción con tal mala suerte que el colegio elegido en primer lugar tiene 62 solicitudes para 50 plazas, vamos que podemos quedarnos fuera (y es que yo no he trampeado con ningún informe médico falso para tener más puntos claro), y esta incógnita parece ser que no se va a resolver por completo hasta principios de mayo.
El segundo hecho es, y no quiero gritarlo mucho a los cuatro vientos porque no me lo acabo de creeer, el abandono del pañal diurno. No he querido explicar nada hasta ahora porque tal y como iba sucediendo todo parecía un sueño. Sabéis que lo de mi hijo y su pañal ha sido un love story en toda regla. El pasado verano cuando tratamos de quitarlo fue un desastre. La verdad es que no estaba preparado, pero como tenía ya dos años, hacía calor, todo parecía indicar que era el momento, craso error. Aquella intentona hizo que él se agarrara al pañal con más ahínco y cada vez que le nombraba lo de hacer pipí en el wc o en el orinal él se ponía como loco a decirme que no. El tiempo pasó y desde hace unas tres semanas en la guardería su tutora lo iba sentando a ratitos a hacer pipí. Era todo como muy casual y nada forzado. Él llevaba su pañal y hacía pipí en el wc chiquito de la guardería. Cada vez el pañal aparecía más seco. La segunda semana ya no mojaba nada el pañal, todos los pipís los hacía en el wc. Asi que por las tardes cuando llegábamos a casa le propuse ir en calzoncillos y hacer pipí en el wc. Aceptó, yo alucinaba en colores. Alguna escapada hubo pero no muchas. El fin de semana pasado pasó mucho tiempo en casa con el calzoncillo puesto. Fue el primer entrenamiento serio. Y ya el lunes preparé una bolsa con bastante ropa de cambio y le puse calzoncillos para ir a la guardería. La sorpresa fue cuando al ir a buscarle llevaba la misma ropa que por la mañana, ni un "accidente", muy bien. Por la tarde en casa siguió igual de bien. Y así martes y miércoles también. Lo único que no consiente hacer en el wc es la caca, me pide que le ponga el pañal, la hace, y luego le limpio el culete, pero bueno el avance es importante. Ya veremos qué tal hoy jueves pero creo que vamos por buen camino para decirle adios al pañal, aunque ya digo que no acabo de creerme mucho este pequeño "milagro". En cualquier caso con este importante paso mi pequeño ya no es un bebé. Por eso hoy me pregunto con cierta nostalgia ¿dónde está mi bebé?
Comentarios
Creo que hay que intentar compartir con ellos lo máximo posible porque los hijos, en su crecimiento y evolución personal, van dejando atrás sus propias etapas que ya no se van a volver a repetir.
Un saludo!
Enhorabuena por lo del pańal!!!nosotros estamos ahora a punto de empesar, ya veremos a tal.
Me alegra mucho lo del pañal, tan dificil que lo veías (como yo con el mio) y al final esta siendo más facil de lo que esperabas.
Mamadejulio si es que vamos a la par, con lo del pañal ya te he comentado en tu post, paciencia y espera a que sea el momento, tú misma notarás cuando toca, nunca antes.
Treintañera la verdad es que estoy muy contenta con el tema del pañal, muuuuuucho!!!
Creo q es un buen momento para darle un hermanito (jejeje, y no lo digo por lo de q te haces viejuna, ehhh..! q estás en una edad estupenda nena...)
Me alegro por lo del pañal, si es q siempre nos sorprenden...
Y tengo los dedos crruzados para q tu pequeño hombrecito entre en el cole elegido.
Un beso y buen finde.
Ah! Y lo del hermanito... bufff es harina de otro costal, ya llevo un tiempo dándole vueltas porque no me gustaría que se quedase siendo hijo único, mi marido lo es, y me consta que es algo muy triste, pero con lo que nos costó tener a Alex miedo me da empezar otra vez con la misma angustia que pasé entonces, y además no sé como iba a llevar yo lo de tener dos peques en casa, no sé si iba a ser yo capaz...
;)
¡¡Vamos a x ese lunes!!