En casa las cosas no andan bien, mi socio está a punto de quedarse en paro porque su empresa va a cerrar después de 14 años de actividad. Ya es oficial. La dichosa crisis que tanto daño está haciendo ha tocado la puerta en nuestro hogar al fin.
Era la crónica de una muerte anunciada porque desde que empezó la crisis las cosas iban de mal en peor. Lo he comentado mil veces en este blog. Mi socio lo ha pasado mal francamente y ha tenido episodios de stress y ansiedad importantes. Después de lo que pasamos con mi hijo pequeño el año pasado, mi socio cambió de actitud bastante. Una angustia como la que nos provocó el pensar que nuestro bebé podía tener una enfermedad tan terrible como es la fibrosis quística nos hizo pensar mucho y valorar la suerte que tenemos. Aún con todo quedaban meses de preocupaciones por el trabajo y aunque no tanto, muchos días mi marido llegaba a casa de mal humor con lo que eso conlleva para la convivencia familiar.
Pero la verdad es que me he cansado de tanto mal humor y tanta mala cara y he decidido ver el lado positivo de todo esto. Mi chico ha sufrido mucho en esta empresa como he comentado, tenía un puesto de responsabilidad y ganaba bastante dinero pero eso no compensaba las noches en vela y los días de tensión insoportable. Así que ahora perderá su trabajo sí pero ganará en salud, eso seguro, porque estar en paro no es una situación agradable pero desde luego trabajar donde él estaba tampoco lo era y él aguantó y mucho. Además por fin podrá disfrutar de sus hijos, cosa que casi no ha podido hacer estos años porque llegar a las ocho o más de la noche cada día y verlos una hora despiertos a lo sumo no es de recibo. También espero que tenga más tiempo para estudiar, está cursando una carrera universitaria y ahora el pobre iba agobiadísimo cuando había que entregar trabajos o hacer exámenes. Este tiempo libre le irá bien para formarse aún mejor.
Como los dos somos muy prudentes, hemos ahorrado en la época de las vacas gordas por si venían las vacas flacas, y yo además sigo teniendo trabajo. Un trabajo que además me gusta, disfruto y con un horario razonable y conciliador, de 9 a 5. Llevo meses, años, vamos desde que las cosas van mal en la empresa de mi marido, haciendo números, cábalas, ajustando presupuestos, por si llegaba este momento y la verdad es que creo que simplemente será un cambio para bien. Puede que no ingresemos tanto dinero cada mes pero presumo que viviremos más felices.
Soy consciente de que no será fácil encontrar un nuevo empleo. El mercado laboral está fatal. Pero por otro lado quiero pensar que si fuera al revés y yo me quedara en paro tampoco se vería tan mal que me quedase en casa para estar con mis hijos. De hecho he comentado mil veces por aquí que si él hubiera tenido un trabajo más estable o con mejores perspectivas lo habría hecho sin pensar lo de quedarme en casa y cuidar de mi familia pero no pude hacerlo porque sabía que lo que ahora pasa llegaría pronto o tarde. Así que intento inculcarle a él que ahora será el que tendrá la oportunidad de disfrutar de eso y que debe vivirlo como algo positivo y no obsesionarse con encontrar un trabajo nuevo ahora mismo. Evidentemente es algo que no debe perderse de vista porque desgraciadamente no somos ricos pero tampoco quiero que dramatice la situación y llevo mucho tiempo mentalizando su tozuda cabecita para que no se agobie.
En definitiva que me empeño en poner al mal tiempo buena cara y ver esta situación como una oportunidad en positivo. Puede que me equivoque, pero la verdad prefiero afrontar los problemas así. El tiempo se encargará de mostrarme si acierto o no.
Era la crónica de una muerte anunciada porque desde que empezó la crisis las cosas iban de mal en peor. Lo he comentado mil veces en este blog. Mi socio lo ha pasado mal francamente y ha tenido episodios de stress y ansiedad importantes. Después de lo que pasamos con mi hijo pequeño el año pasado, mi socio cambió de actitud bastante. Una angustia como la que nos provocó el pensar que nuestro bebé podía tener una enfermedad tan terrible como es la fibrosis quística nos hizo pensar mucho y valorar la suerte que tenemos. Aún con todo quedaban meses de preocupaciones por el trabajo y aunque no tanto, muchos días mi marido llegaba a casa de mal humor con lo que eso conlleva para la convivencia familiar.
Pero la verdad es que me he cansado de tanto mal humor y tanta mala cara y he decidido ver el lado positivo de todo esto. Mi chico ha sufrido mucho en esta empresa como he comentado, tenía un puesto de responsabilidad y ganaba bastante dinero pero eso no compensaba las noches en vela y los días de tensión insoportable. Así que ahora perderá su trabajo sí pero ganará en salud, eso seguro, porque estar en paro no es una situación agradable pero desde luego trabajar donde él estaba tampoco lo era y él aguantó y mucho. Además por fin podrá disfrutar de sus hijos, cosa que casi no ha podido hacer estos años porque llegar a las ocho o más de la noche cada día y verlos una hora despiertos a lo sumo no es de recibo. También espero que tenga más tiempo para estudiar, está cursando una carrera universitaria y ahora el pobre iba agobiadísimo cuando había que entregar trabajos o hacer exámenes. Este tiempo libre le irá bien para formarse aún mejor.
Como los dos somos muy prudentes, hemos ahorrado en la época de las vacas gordas por si venían las vacas flacas, y yo además sigo teniendo trabajo. Un trabajo que además me gusta, disfruto y con un horario razonable y conciliador, de 9 a 5. Llevo meses, años, vamos desde que las cosas van mal en la empresa de mi marido, haciendo números, cábalas, ajustando presupuestos, por si llegaba este momento y la verdad es que creo que simplemente será un cambio para bien. Puede que no ingresemos tanto dinero cada mes pero presumo que viviremos más felices.
Soy consciente de que no será fácil encontrar un nuevo empleo. El mercado laboral está fatal. Pero por otro lado quiero pensar que si fuera al revés y yo me quedara en paro tampoco se vería tan mal que me quedase en casa para estar con mis hijos. De hecho he comentado mil veces por aquí que si él hubiera tenido un trabajo más estable o con mejores perspectivas lo habría hecho sin pensar lo de quedarme en casa y cuidar de mi familia pero no pude hacerlo porque sabía que lo que ahora pasa llegaría pronto o tarde. Así que intento inculcarle a él que ahora será el que tendrá la oportunidad de disfrutar de eso y que debe vivirlo como algo positivo y no obsesionarse con encontrar un trabajo nuevo ahora mismo. Evidentemente es algo que no debe perderse de vista porque desgraciadamente no somos ricos pero tampoco quiero que dramatice la situación y llevo mucho tiempo mentalizando su tozuda cabecita para que no se agobie.
En definitiva que me empeño en poner al mal tiempo buena cara y ver esta situación como una oportunidad en positivo. Puede que me equivoque, pero la verdad prefiero afrontar los problemas así. El tiempo se encargará de mostrarme si acierto o no.
Comentarios
Es desagradable quedarse sin empleo, y la incertidumbre de un futuro no definido puede agobiar hasta al más calmado... pero haces/haceis bien si os aferrais al lado bueno de las cosas. Tú sigues teniendo un empleo, él podrá terminar los estudios más desahogado y quien no se pirraría por poder pasar más tiempo con sus hijos. Además, todo es temporal, incluso la vida, así que ¿quien no os dice que este bache no es para depararos un futuro mucho mejor?