Qué semana! Ni postear, ni casi comentar, mi vida bloggera esta semana ha sido casi como mi vida sexual, parca a no poder más. Y es que como ya comenté mi hijo ha estado pocho desde la madrugada del domingo y claro nuestras rutinas se han desajustado al completo por enésima vez. La buena noticia es que ya va estando mejor y hoy al menos ha podido ir a la guardería. Y no veas qué contento estaba de poder ver a su tutora a la que adora y ella a él, nada más se han cruzado las miradas ha sido un momento de lo más romántico, sonrisa de oreja a oreja y ambos han corrido a fundirse en un abrazo precioso, ya veréis lo dura que será la separación a finales de curso. Pero bueno a lo que voy que me despisto.
Todo comenzó con una simple conjuntivitis para acabar siendo además una mezcla sin igual de otitis, moco a gogó, estreñimiento, y yo que sé cuantas cosas más. Fiebre alta y cuerpo para pocas jotas ha sido el resultado final. Y claro con tanta variedad en el diagnóstico había que darle mucho medicamento, y aunque mi hijo casi siempre ha sido bastante agradecido para tomarlo, esta semana se ha vuelto una pesadilla cada vez que tenía que someterle a una de mis sesiones a lo Guantánamo de tortura para administrarle la medicación. Que si las gotas en el ojo para la conjuntivitis, el antibiótico vía oral, los supositorios de glicerina para el estreñimiento, el ibuprofeno y el paracetamol combinados para la fiebre. Había que acometer un placaje al más puro estilo Jackie Chan para inmovilizar a mi pobre tesoro y darle las medicinas. Y él llora que llora pobrete, se me parte el alma al recordarlo.
Y si la semana ha sido intensa en mi hogar más lo ha sido fuera, porque vía twitter he ido enterándome de lo que comenzaba a acontecer en la Plaza del Sol de Madrid, y posteriormente en muchas otras plazas de España bajo el movimiento ya famoso en Europa #spanishrevolution tras la manifestación convocada el domingo pasado. No me meto en política y no me gusta hablar del tema pero sin duda no puedo evitar manifestarme a favor de esta pequeña o gran revolución que unos pocos han empezado y que se ha propagado a una velocidad vertiginosa gracias a las redes sociales. Y es que aunque no acostumbre a manifestarlo mucho por aquí, yo también estoy hasta las mismas narices de todo y me alegro que por una vez muchos estén pataleando juntos y en sintonía, para que luego digan que los españoles no nos movemos, lo hacemos y además de modo pacífico y tolerante. No sé a que nos llevará esto, no tengo ni idea, pero sé que al menos con esta acción alguien verá que realmente no nos gusta lo que vemos, que queremos una #democraciarealya, porque lo que tenemos huele a podrido y tal como está el patio, y con la cantidad de gente que lo está pasando realmente mal, no estamos para milongas. Vivo en una pequeña ciudad y que yo sepa no ha habido concentraciones aquí de momento, pero sin duda desde la distancia o vía redes sociales yo también tengo un piececito puesto en esa acampada.
Comentarios
Al menos ya esta mejor q es lo q cuenta.
A sol se quiere ir papi el domingo después de currar y a mi me encantaría ir, pero esta vez me quedare con el peque.
Ojalá se consiga algo!
Quienes irán a la manifestación de Sol serán mis padres, que últimamente acuden mucho a todos lados, chica desde que se han jubilado están más jóvenes que nunca, sin duda el trabajo es una esclavitud porque ellos parece que tienen 10 años menos. Yo también estoy allí con el corazón,..., y con el FB.
A mí también me parecen genial las movilizaciones. Por lo menos que se vea que no pueden hacer lo que les dé la gana sin que nadie diga nada. Espero que sirva para que algunos reflexionen un poco. Y me alegro de que la gente proteste y no se limite a pasar de todo.