A veces paso temporadas largas sin leer blogs nuevos, me limito a leer mis blogs favoritos, los que sigo desde hace tiempo, y no investigo en nuevos espacios. Muchas veces por falta de tiempo, cierto es. En cambio hay veces que me da por internarme en el fabuloso mundo de la blogsfera y disfruto leyendo cosas nuevas.
Esta semana en el trabajo voy bastante ligera de carga, estoy de guardia en otra oficina que no es la mía habitualmente y aunque me traje papeleo y trabajo pendiente lo he ido solventando sobre la marcha y no me han caído marrones nuevos, es normal estamos a punto de abrir agosto y suele ser una temporada tranquila en mi empresa. Así que me he dedicado a navegar bastante y he descubierto fabulosos blogs sobre un tema sobre el que no quiero ponerme pesada normalmente dado que mi blog no tiene esta temática específica pero que habitualmente me suele traer de cabeza. Y ese tema como no es la maternidad. A la mayoría he llegado a través de este magnífico sitio de una treintañera como yo que también comparte conmigo el tener un niño de veintitantos meses.
Acostumbro a hablar de tanto en tanto de mi hijo aquí, pero me niego a reiterarme mucho en el tema dado que se trata de un blog que creé antes de que él naciera, para parlotear sobre todas mis inquietudes y para dar rienda suelta a una de mis pasiones, escribir. De hecho en aquel momento hablaba de muchas cosas, de cine, de series, colgaba los relatos que habia ido escribiendo o que se me iban ocurriendo, contaba también mis viajes, y claro está hablaba de mí, por supuesto. Pero desde que mi retoño vino al mundo empecé a tener ganas sólo de hablar de él, y pensé que escribir sobre ello siempre, además con la baja frecuencia de posts que iba insertando, podía ser desalentador para cualquiera que se acercara aquí a leerme. Pensaría que sólo soy una mami obsesiva y novata que no sabe hablar de otra cosa.
Y la verdad es que ese pensamiento es una soberana estupidez porque esta semana he descubierto blogs fantásticos de chicas que comparten sus experiencias como madres con otras madres y es muy enriquecedor. La verdad es que no es que me guste hacer caso a todos los consejos, y menos en mi rol de madre, que me dan, pero muchas veces leer otras vivencias te enriquece y te abre la mente a otras posibilidades. Y es que en cada momento de la vida de tu hijo hay un quebradero de cabeza, que si me coge el pecho, que si me toma rutinas de sueño, que si tal pediatra me gusta, que si me cuestiono la conveniencia de las vacunas, que si ahora empezamos con los juegos que fomentan su desarrollo, que si busco guarderia, que si se me resfria todas las semanas, que si me lio con la alimentación complementaria, que cuando le quito el pañal, que si se me va de botellón, en fin miles de cosas que te ocupan la cabecita y para las que muchas veces echas manos del sabio Don Google sin poder evitarlo.
Y no me gusta ser pesada. Habitualmente cuando estoy con mis amigos trato de no monopolizar las conversaciones con temas relacionados con la maternidad, ni atracar de preguntas y dudas a los más experimentados, pero bueno la verdad es que como casi todos nos encontramos en esta fase de nuestra vida en la que nuestros hijos copan todo nuestro universo, no importa mucho que al final en todas las reuniones se acabé hablando del sueño del hijo de tal, o de los cólicos de la hija de pascual, no sé si me entedéis. Porque es así, porque empezamos a hablar de cualquier otro tema y siempre desembocamos en lo mismo. Es inevitable y me encanta para que engañar.
En definitiva que me alegra haber descubierto todos estos rinconcitos de la blogsfera tan perfectos para perderse de vez en cuando y compartir experiencias como madre. Sé que voy a disfrutar visitándolos en la medida que pueda.
Esta semana en el trabajo voy bastante ligera de carga, estoy de guardia en otra oficina que no es la mía habitualmente y aunque me traje papeleo y trabajo pendiente lo he ido solventando sobre la marcha y no me han caído marrones nuevos, es normal estamos a punto de abrir agosto y suele ser una temporada tranquila en mi empresa. Así que me he dedicado a navegar bastante y he descubierto fabulosos blogs sobre un tema sobre el que no quiero ponerme pesada normalmente dado que mi blog no tiene esta temática específica pero que habitualmente me suele traer de cabeza. Y ese tema como no es la maternidad. A la mayoría he llegado a través de este magnífico sitio de una treintañera como yo que también comparte conmigo el tener un niño de veintitantos meses.
Acostumbro a hablar de tanto en tanto de mi hijo aquí, pero me niego a reiterarme mucho en el tema dado que se trata de un blog que creé antes de que él naciera, para parlotear sobre todas mis inquietudes y para dar rienda suelta a una de mis pasiones, escribir. De hecho en aquel momento hablaba de muchas cosas, de cine, de series, colgaba los relatos que habia ido escribiendo o que se me iban ocurriendo, contaba también mis viajes, y claro está hablaba de mí, por supuesto. Pero desde que mi retoño vino al mundo empecé a tener ganas sólo de hablar de él, y pensé que escribir sobre ello siempre, además con la baja frecuencia de posts que iba insertando, podía ser desalentador para cualquiera que se acercara aquí a leerme. Pensaría que sólo soy una mami obsesiva y novata que no sabe hablar de otra cosa.
Y la verdad es que ese pensamiento es una soberana estupidez porque esta semana he descubierto blogs fantásticos de chicas que comparten sus experiencias como madres con otras madres y es muy enriquecedor. La verdad es que no es que me guste hacer caso a todos los consejos, y menos en mi rol de madre, que me dan, pero muchas veces leer otras vivencias te enriquece y te abre la mente a otras posibilidades. Y es que en cada momento de la vida de tu hijo hay un quebradero de cabeza, que si me coge el pecho, que si me toma rutinas de sueño, que si tal pediatra me gusta, que si me cuestiono la conveniencia de las vacunas, que si ahora empezamos con los juegos que fomentan su desarrollo, que si busco guarderia, que si se me resfria todas las semanas, que si me lio con la alimentación complementaria, que cuando le quito el pañal, que si se me va de botellón, en fin miles de cosas que te ocupan la cabecita y para las que muchas veces echas manos del sabio Don Google sin poder evitarlo.
Y no me gusta ser pesada. Habitualmente cuando estoy con mis amigos trato de no monopolizar las conversaciones con temas relacionados con la maternidad, ni atracar de preguntas y dudas a los más experimentados, pero bueno la verdad es que como casi todos nos encontramos en esta fase de nuestra vida en la que nuestros hijos copan todo nuestro universo, no importa mucho que al final en todas las reuniones se acabé hablando del sueño del hijo de tal, o de los cólicos de la hija de pascual, no sé si me entedéis. Porque es así, porque empezamos a hablar de cualquier otro tema y siempre desembocamos en lo mismo. Es inevitable y me encanta para que engañar.
En definitiva que me alegra haber descubierto todos estos rinconcitos de la blogsfera tan perfectos para perderse de vez en cuando y compartir experiencias como madre. Sé que voy a disfrutar visitándolos en la medida que pueda.
Comentarios
Yo estoy contento porque he descubierto recientemente blogs sobre atletismo. Cada uno con lo suyo.
Para cuándo vacaciones?
Un besote!!