Debe ser que me hago mayor ¿os habéis fijado que estoy muy recurrente/cansina con este tema? Pero yo este año he notado la llegada de la primavera con más fuerza que nunca. Y no es por los estornudos que también, porque llevo un resfriado del quince. Sino por mi actitud en general, por la serie de hechos/circunstancias, que me han envuelto estos días y que verifican la teoría con la que titulo esta entrada.
Aclararé con antelación que prometo no haber consumido ninguna substancia psicotrópica previamente a la redacción de este post.
Y ahora expongo el caso. El sábado pasado en mi primer arrebato primaveral insté a mi peluquera a que procediera con esmero a cortar mi cabello unos cuantos centímetros más de lo habitual. Definitiva y afortunadamente el corte fue un atrevimiento sí, pero también un acierto. Pocas horas después me apunté a una inesperada cena con posterior salida nocturna con amigos y la verdad es que lo pasé genial. Bailé y me reí como nunca. Hacía tiempo que no me sentía tan bien. Que bien va una juerguecilla así de tanto en tanto.
Al día siguiente encontré un hueco para acabar de ver el 6x08 de LOST (capítulo que Sawyer monopoliza casi al completo) y ahí si que me dí cuenta que mi sangre estaba alterada no, alteradísima. Me volí loca por completo. Mis hormonas echaban humo. Estuve revuelta como una adolescente en celo varios días después. Fuera de control. Algo serio. Empecé a preocuparme un poco por mi obsesión por el mazizorro que interpreta Josh Holloway. Hasta mi marido me instó a que dejara de resoplar por el muchacho de ese modo tan descarado. Y eso que prometo que mi marido de celoso nada de nada.
La revolución hormonal ha continuado durante toda la semana, otros factores han contribuido directamente a ello, y hasta aquí puedo leer. La verdad es que no recordaba una entrada en la primavera tan intensa como ésta. Desbordo energía allá por donde voy y lo noto. No sé si va a durar mucho esta rachita la verdad, pero me gusta estar así de bien. Aunque a ratos me asusto de mí misma.
En cualquier caso el final de semana se ha teñido de gris en parte porque mi hijo, que hacía ya varias semanas que estaba bien de salud, ha pillado otra vez bronquitis y ayer se puso con un fiebrón tremendo que me ha hecho pasar la noche en vela. Pero aún así me siento con energía para aguantar esto y mucho más. Como diría Buzz Lightyear hasta el infinito y más allá!!!
Aclararé con antelación que prometo no haber consumido ninguna substancia psicotrópica previamente a la redacción de este post.
Y ahora expongo el caso. El sábado pasado en mi primer arrebato primaveral insté a mi peluquera a que procediera con esmero a cortar mi cabello unos cuantos centímetros más de lo habitual. Definitiva y afortunadamente el corte fue un atrevimiento sí, pero también un acierto. Pocas horas después me apunté a una inesperada cena con posterior salida nocturna con amigos y la verdad es que lo pasé genial. Bailé y me reí como nunca. Hacía tiempo que no me sentía tan bien. Que bien va una juerguecilla así de tanto en tanto.
Al día siguiente encontré un hueco para acabar de ver el 6x08 de LOST (capítulo que Sawyer monopoliza casi al completo) y ahí si que me dí cuenta que mi sangre estaba alterada no, alteradísima. Me volí loca por completo. Mis hormonas echaban humo. Estuve revuelta como una adolescente en celo varios días después. Fuera de control. Algo serio. Empecé a preocuparme un poco por mi obsesión por el mazizorro que interpreta Josh Holloway. Hasta mi marido me instó a que dejara de resoplar por el muchacho de ese modo tan descarado. Y eso que prometo que mi marido de celoso nada de nada.
La revolución hormonal ha continuado durante toda la semana, otros factores han contribuido directamente a ello, y hasta aquí puedo leer. La verdad es que no recordaba una entrada en la primavera tan intensa como ésta. Desbordo energía allá por donde voy y lo noto. No sé si va a durar mucho esta rachita la verdad, pero me gusta estar así de bien. Aunque a ratos me asusto de mí misma.
En cualquier caso el final de semana se ha teñido de gris en parte porque mi hijo, que hacía ya varias semanas que estaba bien de salud, ha pillado otra vez bronquitis y ayer se puso con un fiebrón tremendo que me ha hecho pasar la noche en vela. Pero aún así me siento con energía para aguantar esto y mucho más. Como diría Buzz Lightyear hasta el infinito y más allá!!!
Comentarios
Al contrario que tú, yo no estoy notando en absoluto esa entrada primaveral... será porqué todavía tengo en mente la meganevada de hace un par de semanas... pero lo cierto es que, precisamente hoy, hacía un calorcito que anunciaba que llega el momento de empezar a quitarse ropita, y a lucir palmito... o más bien a llevarse las manos a la cabeza por no ver los resultados de la supuesta dieta tan efectiva que nos prometimos llevar a cabo justo después de navidades. Confieso que sólo llegué a pesarme tres semanas seguidas, a la cuarta, en vista de que mi peso no perdía ni un gramo, desistí... claro que tampoco he seguido ninguna dieta especial... jaja.. esto es como aquel que le pedía a St Antonio que le tocase la lotería hasta que un día, este se le apareció y le dijo: Hay hijo mío, pero por lo menos compra algún número de vez en cuando... Pues eso.
Que se recupere pronto el peque, ¿eh...?
¿Aún no has visto el 6x09? ¡Pero a qué esperas!!