Ahora se han puesto de moda los programas sobre viajes. Claro hay crisis, la gente no puede ver mundo en directo, a pesar de las compañías low cost, pero sí puede hacerlo cómodamente desde el sofá de su casa y gratis. Y así han proliferado en la parrilla televisiva formatos como ESPAÑOLES EN EL MUNDO, ARAGONESES EN EL MUNDO, CALLEJEROS VIAJEROS, AFERS EXTERIORS, etc. etc.
La verdad es que a mí me gustan. Soy muy cotilla y este programa es para cotillas como yo. Te presentan a Fulanito que tiene 27 años y vive en Tokio, trabaja de profesor de español, y yo ya me monto la película. Fijo que este mocetón debía ser un superfan del manga, enamorado de la cultura japonesa, que no encontraba curro en España y ala que se ha ido a la aventura nipona en contra de la voluntad de sus padres a ver qué pasa. Y no le ha ido mal del todo. O te enseñan la preciosa mansión (en estos programas sólo enseñan las casas bonitas de los más pudientes en el extranjero) de Menganita, aquella piloto de aviones española que se casó con un oriundo en Alaska y ahora vive al lado de un lago y un bosque y con unos osos maravillosos y con muy mala leche de vecinos. Y tú piensas qué habría sido de mí si me hubiera ido a vivir allende los Pirineos. Cómo sería mi vida si me hubiera casado con un nativo australiano por poner un ejemplo. Pues vete a saber, la verdad. Igual ahora estaba yo criando koalas y canguros en alguna lejana granja enmedio del desierto austral. Aunque también me pregunto desde que leí el último post de Vargtimen que sería de mí si viviera en Badalona. Dudas existenciales que le asaltan a una a veces, qué le vamos a hacer.
Yo como todo hijo de vecino también tengo amigos que viven en el extranjero. Eso siempre es algo que hay que comentar en cualquier conversación banal sobre viajes y mundo mundial porque te da un toque muy cosmopolita. Cuento que tengo dos amigos que viven en Nueva York, aunque obvio que aún no he tenido narices de aprovecharme de esa circunstancia y hacer un viaje a la gran manzana con alojamiento "free". Uno trabaja de profe de español y fue mi novio desde los 15 hasta los 17. En algún que otro post creo que ya he hablado de él. Le veo poco pero nos apreciamos y tenemos buena relación. La otra fue mi muy mejor amiga desde los 12 hasta los 25, pero desde que cruzó el charco el contacto es más bien breve, cordial pero breve, aunque me invita de vez en cuando a que vaya a verla. Trabaja en American Express y su marido es un exitoso yuppie de Wall Street. Deben tener muchísimo dinero porque cada vez que me manda un mail me cuenta los viajes, los eventos y las cosas que hace allí que son todas muy cool y tal y tal. Y yo que me alegro. Al menos sé a quien podré pedirle pasta si me arruino.
Además para rizar el rizo una vez salió una chica de mi pueblo en ARAGONESES POR EL MUNDO que vive en Escocia, se casó con un chaval de allá y trabaja de jardinera en un castillo. Yo no he tenido la oportunidad de visionar dicho reportaje pero tengo que buscarlo porque fijo que no tiene desperdicio. Y además ya os he dicho que soy muy cotilla.
La verdad es que a mí me gustan. Soy muy cotilla y este programa es para cotillas como yo. Te presentan a Fulanito que tiene 27 años y vive en Tokio, trabaja de profesor de español, y yo ya me monto la película. Fijo que este mocetón debía ser un superfan del manga, enamorado de la cultura japonesa, que no encontraba curro en España y ala que se ha ido a la aventura nipona en contra de la voluntad de sus padres a ver qué pasa. Y no le ha ido mal del todo. O te enseñan la preciosa mansión (en estos programas sólo enseñan las casas bonitas de los más pudientes en el extranjero) de Menganita, aquella piloto de aviones española que se casó con un oriundo en Alaska y ahora vive al lado de un lago y un bosque y con unos osos maravillosos y con muy mala leche de vecinos. Y tú piensas qué habría sido de mí si me hubiera ido a vivir allende los Pirineos. Cómo sería mi vida si me hubiera casado con un nativo australiano por poner un ejemplo. Pues vete a saber, la verdad. Igual ahora estaba yo criando koalas y canguros en alguna lejana granja enmedio del desierto austral. Aunque también me pregunto desde que leí el último post de Vargtimen que sería de mí si viviera en Badalona. Dudas existenciales que le asaltan a una a veces, qué le vamos a hacer.
Yo como todo hijo de vecino también tengo amigos que viven en el extranjero. Eso siempre es algo que hay que comentar en cualquier conversación banal sobre viajes y mundo mundial porque te da un toque muy cosmopolita. Cuento que tengo dos amigos que viven en Nueva York, aunque obvio que aún no he tenido narices de aprovecharme de esa circunstancia y hacer un viaje a la gran manzana con alojamiento "free". Uno trabaja de profe de español y fue mi novio desde los 15 hasta los 17. En algún que otro post creo que ya he hablado de él. Le veo poco pero nos apreciamos y tenemos buena relación. La otra fue mi muy mejor amiga desde los 12 hasta los 25, pero desde que cruzó el charco el contacto es más bien breve, cordial pero breve, aunque me invita de vez en cuando a que vaya a verla. Trabaja en American Express y su marido es un exitoso yuppie de Wall Street. Deben tener muchísimo dinero porque cada vez que me manda un mail me cuenta los viajes, los eventos y las cosas que hace allí que son todas muy cool y tal y tal. Y yo que me alegro. Al menos sé a quien podré pedirle pasta si me arruino.
Además para rizar el rizo una vez salió una chica de mi pueblo en ARAGONESES POR EL MUNDO que vive en Escocia, se casó con un chaval de allá y trabaja de jardinera en un castillo. Yo no he tenido la oportunidad de visionar dicho reportaje pero tengo que buscarlo porque fijo que no tiene desperdicio. Y además ya os he dicho que soy muy cotilla.
Comentarios
Si que están entretenidos... y bueno, te enseñan un poco de cultura de otros sitios visto con los ojos de los nuestros, que es lo mas curioso.
Yo tb tengo amigos fuera, pero la mayoría vuelven o tienen pensamiento de ello porque no les ha ido demasido bien...
Besos guapa!
Un beso!
Y a mí también me gusta "Españoles por el mundo". En parte porque me encanta viajar (y casi más que viajar, planear los viajes) y en parte porque me encanta inmiscuirme en la vida de los demás.
¡Alaska! qué envidia, me encantaría ir algún día :)
Un saludo.