Hace unos cuantos días Impenitente hablaba en su blog de lo mucho que quería a su família... bien lejos. Leyendo aquellas líneas me sentí tan identificada que por un momento pensé en mudarme a Cincinatti, por poner algo, echando tierra por medio entre los míos y yo. Y es que tener hijos, mejor dicho, tener el único hijo y el único nieto de ambas familias, a parte de ser una bendición y una cosa muy bonita y dichosa, es una putada con mayúsculas.
Os pongo en antecedentes, mi suegra y mi madre se han chiflado, sí se han vuelto tarumbas las dos, y no tarumbas de cualquier manera no, a modo de comedia ridícula americana chunga, no sé si me explico. Nunca me ha costado mucho aceptar cómo es mi suegra, al fin y al cabo es eso, mi suegra, uno siempre critica a las suegras, es lo que toca, lo estudíabamos así en Ciencias Sociales de 7º de EGB y en los artículos del COSMOPOLITAN, pero con mi madre es distinto, una jamás imagina que va a ver a su progenitora en estos fregados. Y es que esto de tener un nieto la ha trastocado. Se muere de celos porque mi suegra cuida del peque todos los días por las mañanas mientras estoy trabajando y ella sólo lo ve cuando subimos al pueblo que tiene que ser puntualmente cada dos o máximo tres semanas porque sino el nene no la va a conocer suficiente. Lo más divertido de todo es que cuando estamos allí lo acapara totalmente, que se ha hecho popó, va ella a cambiar el pañal, que toca la merienda, ella le da el yogur, que el niño quiere caminar un rato, ella se desloma acompañándolo, y a ver, no vamos a engañarnos, a mí me va de perlas porque descanso un montón y a mi marido también, a mi padre le va bien también porque él tampoco ha sido jamás muy niñero y además como es el único abuelo no tiene que competir con nadie, pero mi suegra, aissss, hay que verla como se pone ante la situación, como una loca, y ale ya tenemos guerra servida, el frente confederado y el frente del norte, los nacionales y los republicanos, Israel y Palestina, cosa fea chicos, cosa fea de verdad. Y yo en medio, con la banderita blanca en son de paz para tratar de mediar en el conflicto bélico sin demasiado éxito diplomático que digamos. Y ahí es donde quería llegar yo. Que los quiero mucho, muchísimo, pero hoy por hoy a ratos desearía tenerlos a todos a unos cuántos miles de kilómetros para vivir un poquito más en paz. Y ya corto que esto es mi blog, no EL DIARIO DE PATRICIA.
Os pongo en antecedentes, mi suegra y mi madre se han chiflado, sí se han vuelto tarumbas las dos, y no tarumbas de cualquier manera no, a modo de comedia ridícula americana chunga, no sé si me explico. Nunca me ha costado mucho aceptar cómo es mi suegra, al fin y al cabo es eso, mi suegra, uno siempre critica a las suegras, es lo que toca, lo estudíabamos así en Ciencias Sociales de 7º de EGB y en los artículos del COSMOPOLITAN, pero con mi madre es distinto, una jamás imagina que va a ver a su progenitora en estos fregados. Y es que esto de tener un nieto la ha trastocado. Se muere de celos porque mi suegra cuida del peque todos los días por las mañanas mientras estoy trabajando y ella sólo lo ve cuando subimos al pueblo que tiene que ser puntualmente cada dos o máximo tres semanas porque sino el nene no la va a conocer suficiente. Lo más divertido de todo es que cuando estamos allí lo acapara totalmente, que se ha hecho popó, va ella a cambiar el pañal, que toca la merienda, ella le da el yogur, que el niño quiere caminar un rato, ella se desloma acompañándolo, y a ver, no vamos a engañarnos, a mí me va de perlas porque descanso un montón y a mi marido también, a mi padre le va bien también porque él tampoco ha sido jamás muy niñero y además como es el único abuelo no tiene que competir con nadie, pero mi suegra, aissss, hay que verla como se pone ante la situación, como una loca, y ale ya tenemos guerra servida, el frente confederado y el frente del norte, los nacionales y los republicanos, Israel y Palestina, cosa fea chicos, cosa fea de verdad. Y yo en medio, con la banderita blanca en son de paz para tratar de mediar en el conflicto bélico sin demasiado éxito diplomático que digamos. Y ahí es donde quería llegar yo. Que los quiero mucho, muchísimo, pero hoy por hoy a ratos desearía tenerlos a todos a unos cuántos miles de kilómetros para vivir un poquito más en paz. Y ya corto que esto es mi blog, no EL DIARIO DE PATRICIA.
Comentarios
En los parques infantiles, lugar que ya comenzarás pisar, los padres no dirán nada porque tu hijo coja otros juguetes que no son suyos. Pero los abuelos...Dios te libre de coincidir con muchos abuelos en el parque.
A las abuelas les ciega el amor a sus nietos, pero en mi caso me doy cada vez más cuenta que un hijo es un hijo y eso si que le pertenece a ella solita.
Saludos
Impenitente: Ya he pisado algún que otro parque sí y he observado algún que otro comportamiento "extraño" por parte de algún abuelete totalmente poseído por su "amor infinito e incondicional" hacia su nieto. Me aterroriza pensar que en unos años yo probablemente seré igual o peor.
Carlos: Aquí sólo falta que venga la tal Patricia, :)
En fin menos mal que si nada me lo impide este fin de semana me las piro a Menorca con mis chicos para perderme una semanita por esa maravilla de isla y olvidarme un poquito de todo.
Disfruta por Menorca, a mí me espera Mallorca en agosto. Porque para ir a Formentera se nos ha pasado la edad,¿eh? y de hecho, tampoco nos dejarían entrar, pues no asumimos los requisitos necesarios según el modelo del último spot de una conocida marca de cerveza, jeje... En breve, verás publicados mis espumarajos de rabia en mi blog, que ya tengo el post calentito en bandeja.
"I kissed you good bye at the airport.
I held you so close to me.
I said 'So here we are now and I can't stop from crying Lilly'.
And you said 'Hey hey hoo, you know this is the way to go
You will forget about me when I'm on that plane.
Forget about me when I'm on that plane.'
Tonight tonight tonight tonight
I wanna be with you Tonight tonight tonight tonight
I wanna be with you tonight...."