Cuando viajé a Londres me quedé con las ganas de ver un musical y es una de las cosas que haré cuando vuelva a visitar esa maravillosa ciudad, porque volveré, eso no lo dudéis. La cuestión es que una cosa por otra no fui a ver ningún musical y eso es algo de lo que me arrepentí nada más poner los pies en el avión de vuelta a casa.
La verdad es que por aquel entonces no tenía en mente ninguno en concreto pero me llamaba la atención por mi gran afición a Queen y por mi admiración a Freddy Mercury el de WE WILL ROCK YOU. Pero estando allí y tras hacer un montonazo de viajes en metro para recorrer la ciudad lo máximo posible y no perder el tiempo me fijé en uno de los carteles que había colgado repetidamente en las interminables paredes del "tube" londinense: el del musical WICKED.
Reconocí enseguida a las brujas del Este y del Norte al verlo. No en vano durante muchísimos años quise ser como la segunda y temí a la primera más que a nada en este mundo. Por las noches antes de acostarme miraba el interior del armario de mi habitación con sumo cuidado por si acaso a la bruja del Este se le había ocurrido meterse dentro sin avisar y se me llevaba con esos horribles monos voladores hacia su inhóspito castillo alejándome sin remedio de mi familia. Yo no era ni la mitad de valiente que Dorothy, y no me veía capaz de resolverme con la misma facilidad que la niña de Kansas.
Así que con todos aquellos recuerdos metidos en mi cabecita le comenté a mi chico mi interés por ver el musical, y bueno aquello se quedó como un mero comentario nada más. No he vuelto a pensar en ello mucho más desde entonces. Enseguida me quedé embarazada y el cambio rotundo de mi vida en estos casi dos años no me ha dado mucho tiempo que digamos tampoco.
Hoy paseando con mi hijo como cada tarde me he metido en una libreria que hay al lado del parque para coger alguna revista y entretenerme leyéndola mientras mi niño se queda embobado con las palomas que allí revolotean. Pasando por la sección de libros de bolsillo he visto uno con una bruja verde dibujada en su lomo y con el título WICKED MEMORIAS DE UNA BRUJA MALA, y entonces, flash, me ha venido todos esos recuerdos escondidos otra vez a la cabecita, y sin más lo he comprado y me lo he llevado al parque conmigo y con mi hijo. Así sin comerlo ni beberlo he vuelto a mi infancia de golpe y esta tarde mientras el sol remoloneaba en el cielo entre las nubes bajas y las palomas se agolpaban ante los niños que les tiraban pan delante de mi banco he empezado a comprender por qué la Malvada Bruja del Este era como era. Tengo que ir a Londres a ver ese musical!
La verdad es que por aquel entonces no tenía en mente ninguno en concreto pero me llamaba la atención por mi gran afición a Queen y por mi admiración a Freddy Mercury el de WE WILL ROCK YOU. Pero estando allí y tras hacer un montonazo de viajes en metro para recorrer la ciudad lo máximo posible y no perder el tiempo me fijé en uno de los carteles que había colgado repetidamente en las interminables paredes del "tube" londinense: el del musical WICKED.
Reconocí enseguida a las brujas del Este y del Norte al verlo. No en vano durante muchísimos años quise ser como la segunda y temí a la primera más que a nada en este mundo. Por las noches antes de acostarme miraba el interior del armario de mi habitación con sumo cuidado por si acaso a la bruja del Este se le había ocurrido meterse dentro sin avisar y se me llevaba con esos horribles monos voladores hacia su inhóspito castillo alejándome sin remedio de mi familia. Yo no era ni la mitad de valiente que Dorothy, y no me veía capaz de resolverme con la misma facilidad que la niña de Kansas.
Así que con todos aquellos recuerdos metidos en mi cabecita le comenté a mi chico mi interés por ver el musical, y bueno aquello se quedó como un mero comentario nada más. No he vuelto a pensar en ello mucho más desde entonces. Enseguida me quedé embarazada y el cambio rotundo de mi vida en estos casi dos años no me ha dado mucho tiempo que digamos tampoco.
Hoy paseando con mi hijo como cada tarde me he metido en una libreria que hay al lado del parque para coger alguna revista y entretenerme leyéndola mientras mi niño se queda embobado con las palomas que allí revolotean. Pasando por la sección de libros de bolsillo he visto uno con una bruja verde dibujada en su lomo y con el título WICKED MEMORIAS DE UNA BRUJA MALA, y entonces, flash, me ha venido todos esos recuerdos escondidos otra vez a la cabecita, y sin más lo he comprado y me lo he llevado al parque conmigo y con mi hijo. Así sin comerlo ni beberlo he vuelto a mi infancia de golpe y esta tarde mientras el sol remoloneaba en el cielo entre las nubes bajas y las palomas se agolpaban ante los niños que les tiraban pan delante de mi banco he empezado a comprender por qué la Malvada Bruja del Este era como era. Tengo que ir a Londres a ver ese musical!
Comentarios
Respecto al post anterior, me encanta ese anuncio. Me llamó mucho la atención cuando lo ví la primera vez. Pero me gustaba casi más el de la campaña de H&M de primavera 2009, aquel en el que salían Vincent Gallo y Eva Herzigova con la canción de Grace Jones de la peli "Frenético".
http://www.youtube.com/watch?v=uv8NADpHR4g&feature=related
Sea como sea, no dejes que tu imaginación de abandone.
Eso sí, como musicales te recomiendo, especialmente... Priscilla, Chicago (hay que verlo en teatro, es maravilloso tanto en London como en NY), El rey león y Billy Elliot, que es otra gozada... Ay, me sale el lado musical-queer :-)))
Besitos, guapísima
Reverendo: Trataré de no dejarla escapar, jeje!!
Cinephilus: Pues ya lo sé que Vargt es un brujo malvado pero una le tiene igual aprecio, que le vamos a hacer,.aunque sólo sea por las risas que me echo a escondidas en la oficina leyendo su blog.
Si me mandas un email a mi dirección de correo (arualcpb@hotmail.com) te facilito los datos postales, me muero por abrir boca del musical aunque de momento no pueda ser en directo. El de BILLY ELIOT también me hace especial ilusión, la película es una de mis favoritas.