Este fin de semana podríamos decir que ha sido redondo para mí, como uno de esos apetitosos donuts de la foto. Es curioso porque el donut es mi pastelillo favorito. Jamás he tenido predilección por el dulce. Soy más de salado, como se suele decir. Pero con los donuts todo cambia, nunca puedo negarme cuando me ofrecen uno y si estoy en un momento de bajón anímico y/o alimentario me salva la vida, qué cosas eh, es una inyección de energía directa en vena con efecto inmediato en mí. El único problema es su agujero, sí los hay sin él, pero aún así esa es su característica principal y su pequeño problema también, a pesar de su redondez, de su perfección, le falta algo, le falta su corazón, y por eso mi fin de semana puedo asemejarlo a él. Me parece un símil perfecto para cómo me he sentido. En apariencia ha ido todo genial: buenos momentos en família, buenos ratos con los amigos, una buena fiesta, buenas conexiones, buenos momentos en pareja, que me inyectaban positividad y fuerza, como el pastelillo que devora sin piedad Homer Simpson en tantos y tantos capítulos de la famosa serie, pero sin embargo había un agujero, algo dentro de mí, me decía que no estaba todo bien, que algo fallaba, algo pequeño o algo grande, algo inexplicable o explicable, un vacío incierto o cierto. Una vez más ese egoísmo que vive dentro de mí, anexado a mí más bien, me ha impedido ser completamente feliz y le odio por ello, no sé cómo cambiarlo, no sé como ahuyentarlo, qué hacer, cómo reaccionar, cómo superarlo, cómo evitarlo, cómo buscar una senda alternativa, ni idea. Mi chico me ha dicho que me relaje, que sea feliz, que disfrute de este magnífico momento de mi vida, sé que tiene razón, sé que él me comprende e intenta ayudarme con sus palabras, intenta completar el agujero de mi donut, y yo me esfuerzo para lograrlo, lo prometo, pero me cuesta, por qué no sé cómo voy a conseguir dejar de sentir esta envidia tan aborrecible cada vez que alguien cercano a mí me anuncia que va a ser mamá o papá, al mismo tiempo que una vez más la odiosa señora de traje rojo vuelve a hacer acto de presencia mensual en mi vida... ¿Tengo cura? Yo sinceramente creo que no.
Voy falta de sueño, bueno de sueño y de muchas otras cosas, y puede que eso nuble mi entendimiento, como la solteras nublan el entendimiento de Carlos Baute y lo dejan colgado no precisamente en sus manos cada tarde en esa cosa que se parece a un programa pero que la verdad no acabo de entender muy bien que es y que se llama ELÍGEME. ¿Pero Carlos Baute no prefería a los estibadores portuarios? Siempre lo había creído así pero viendo como desnuda con la mirada a las mocetonas que entran en su plató tengo una duda más que considerable al respecto. En fin a lo que íbamos que tengo la cabeza un poquito atolondrada (ufff esta palabra que acabo de usar era la favorita de la Hermana María, mi profe de mates de 8º EGB, así de repente me ha venido un flash de su imagen a la cabeza, no os digo que no estoy fina...) y puede que eso haga que ande un poco monotemática, pero tenéis que perdonarme, I'm happy, so happy, y no se me puede aguantar, I know. Y es que esta noche... VAMOS A QUEMAR MESTA
Comentarios
Estoy seguro de que dentro de nada estarás con unas ojeras de campeonato añorando esos días en que todavía no tenías hijos! jajaja
Vosotros, de momento, os estaréis ahorrando una de dinero en preservativos... jajaja
Si España es un Donut, Madrid es el "aujero" (entónese cual lema de manifestación)
Eso sí en cuanto tenga Donettes me saldrán amigos por todos lados, y algún canguro, ¿cuento contigo? Como amigo sé que sí, como canguro, no sé, no sé....
Besos solidarios, de alguien que vivió eso durante muchos años.
Besos!
Le regalo una caja de donuts entera
besos
Era por seguir con lo de las metáforas.
Por cierto... en este caso los Donetes auyentan a los supuestos amigos, lo digo para que te vayas preparando también. Que muy monos, que todos quieren ver a la criatura... pero a la hora de la verdad... sigue disfrutando de esos findes que pronto se te acaban ;)
Pi: ¿Qué te voy a contar que no sepas ya? Jajajaja muy buena tu metáfora del relleno de donuts. Sé que es todo un cacao pero qué le voy a hacer, me gusta el chocolate.
A mi cualquier post sobre la falta de algo interior me interesa,vaya,de hecho yo tengo ese problema todos los dias,jeje.
Por cierto,los donuts rellenos no los soporto,esa crema me parece enfermiza
Mis mejores deseos de que todo te salga redondo, como los donuts
Salud
Harry: Gracias por tus ánimos y por tu apreciación, tal vez no fuera una metáfora perfecta pero en el momento en que escribí el post lo fue en mi mente. Besos a ti también!!!