Estas dos últimas semanas están suponiendo un pequeño paréntesis en mi vida como madre, no no es que haya dejado de serlo durante estos días, sino que una otitis poco oportuna y posteriormente un gripón del quince lo han alejado de mí estos días durante la mayor parte de la jornada. Os cuento. Mi suegra se dió de bruces contra el suelo hará cosa de un mes, no fue muy grave, una pequeña fractura en el hombro, pero ahora está de "baja" y "vacaciones" en casa de su hermana. Esto tiene su lado bueno y su lado malo.
El bueno es que como ahora estamos instalados provisionalmente en su casa hasta que no tengamos nuestro piso nuevo listo, y ella no está, la convivencia se lleva mucho mejor, es casi como si estuviéramos ya en nuestro propio hogar sin estarlo, ni pagar las facturas.
El malo es que ya no tengo canguro a mano aquí. Así que cuando tras la intensa jornada nupcial de la boda de un primo de mi madre en su pueblo mi hijo se puso con fiebre, una vez más causada por su particular "afición" a la otitis, la única solución, al no poder llevarlo a la guarderia, fue dejarlo en casa de mis padres para que lo cuidasen mientras yo trabajo. El peque pareció recuperarse de cara al siguiente fin de semana pero el domingo volvió a despertar con fiebre. Ahora el diagnóstico era gripe. De este modo mi dos últimas semanas se han convertido en una locura constante de idas y venidas al pueblo diarias (100 km por jornada a mis espaldas), algún que otro viaje a Barcelona por trabajo, reuniones en horario intempestivo y sobre todo agotamiento y añoramiento extremo.
Cierto es que todo tiene su punto, alguna que otra tarde la he tenido "libre" así que pude incluso dormir un poco de siesta y también ver al casi al completo FAMA y REFORMA SORPRESA. Y ahí quería llegar yo, a hablar de estas dos estrellas de la tarde de Cuatro.
Por un lado tenemos FAMA, sigo adorando este formato televisivo y prefiriéndolo cien veces cien a los GH, OT y otros realities varios. Este año tengo varias debilidades, Diego, despeinado o peinado, hidraliso o rizos perfectos, con su movimiento de pestañas o sin él, tratando de hacer versátil su pluma o fascinando a todos con su técnica clásica, me encanta. Diego debió vivir una infancia tipo Billy Eliott, seguro. También está Queco, qué tiene, no lo sé, me gusta y punto, tiene que llegar a la final. Y Jonatan, ese italianito sin abuela ni falta que le hace, guapo hasta rabiar. Y esas coreos divinas, como la que ha montado Rafa Méndez ahora sobre el fuego con esa fabulosa música de Body Rockers. La lista sería interminable pero yo aquí me planto porque quiero hablar también de REFORMA SORPRESA.
Esta es harina de otro costal. Yo recuerdo EXTREME MAKEOVER (de hecho ahora la están reponiendo en ANTENA 3 NOVA y lo he revisado algún rato que otro), veo REFORMA SORPRESA y me entran ganas de echar a correr y no parar hasta la gran muralla china o más allá como los de PEKIN EXPRESS que no veáis. Y es que las comparaciones sé que son odiosas pero si copiamos formatos hagámoslo bien no en plan chapuza. Porque veamos en EXTREM MAKEOVER hacen en una semana unas mansiones de impresión, de cuento de hadas, de esas que ves y te quedas con la boca abierta. En REFORMA SORPRESA aprovechan hasta la cama y no se les ocurre otra que lacar las puertas de los armarios viejos, en fin que el programa debería llamarse RECICLAJE SOPRESA más bien. Y no sólo eso. ¿Qué le pasa a Núria Roca? ¿Cuándo dejará de estorbar entre los cubos de pintura y las cajas de herramientas? ¿Sabe qué es muy pesada cuando trata de arrancar la lágrima fácil con sus preguntas al familiar de turno del sorprendido? ¿No tienen suficiente estress los decoradores como para ir aguantando sus interrupciones inoportunas a cada punto? Dejo las cuestiones en el aire para ver si alguna alma cándida se atreve a responderlas.
El bueno es que como ahora estamos instalados provisionalmente en su casa hasta que no tengamos nuestro piso nuevo listo, y ella no está, la convivencia se lleva mucho mejor, es casi como si estuviéramos ya en nuestro propio hogar sin estarlo, ni pagar las facturas.
El malo es que ya no tengo canguro a mano aquí. Así que cuando tras la intensa jornada nupcial de la boda de un primo de mi madre en su pueblo mi hijo se puso con fiebre, una vez más causada por su particular "afición" a la otitis, la única solución, al no poder llevarlo a la guarderia, fue dejarlo en casa de mis padres para que lo cuidasen mientras yo trabajo. El peque pareció recuperarse de cara al siguiente fin de semana pero el domingo volvió a despertar con fiebre. Ahora el diagnóstico era gripe. De este modo mi dos últimas semanas se han convertido en una locura constante de idas y venidas al pueblo diarias (100 km por jornada a mis espaldas), algún que otro viaje a Barcelona por trabajo, reuniones en horario intempestivo y sobre todo agotamiento y añoramiento extremo.
Cierto es que todo tiene su punto, alguna que otra tarde la he tenido "libre" así que pude incluso dormir un poco de siesta y también ver al casi al completo FAMA y REFORMA SORPRESA. Y ahí quería llegar yo, a hablar de estas dos estrellas de la tarde de Cuatro.
Por un lado tenemos FAMA, sigo adorando este formato televisivo y prefiriéndolo cien veces cien a los GH, OT y otros realities varios. Este año tengo varias debilidades, Diego, despeinado o peinado, hidraliso o rizos perfectos, con su movimiento de pestañas o sin él, tratando de hacer versátil su pluma o fascinando a todos con su técnica clásica, me encanta. Diego debió vivir una infancia tipo Billy Eliott, seguro. También está Queco, qué tiene, no lo sé, me gusta y punto, tiene que llegar a la final. Y Jonatan, ese italianito sin abuela ni falta que le hace, guapo hasta rabiar. Y esas coreos divinas, como la que ha montado Rafa Méndez ahora sobre el fuego con esa fabulosa música de Body Rockers. La lista sería interminable pero yo aquí me planto porque quiero hablar también de REFORMA SORPRESA.
Esta es harina de otro costal. Yo recuerdo EXTREME MAKEOVER (de hecho ahora la están reponiendo en ANTENA 3 NOVA y lo he revisado algún rato que otro), veo REFORMA SORPRESA y me entran ganas de echar a correr y no parar hasta la gran muralla china o más allá como los de PEKIN EXPRESS que no veáis. Y es que las comparaciones sé que son odiosas pero si copiamos formatos hagámoslo bien no en plan chapuza. Porque veamos en EXTREM MAKEOVER hacen en una semana unas mansiones de impresión, de cuento de hadas, de esas que ves y te quedas con la boca abierta. En REFORMA SORPRESA aprovechan hasta la cama y no se les ocurre otra que lacar las puertas de los armarios viejos, en fin que el programa debería llamarse RECICLAJE SOPRESA más bien. Y no sólo eso. ¿Qué le pasa a Núria Roca? ¿Cuándo dejará de estorbar entre los cubos de pintura y las cajas de herramientas? ¿Sabe qué es muy pesada cuando trata de arrancar la lágrima fácil con sus preguntas al familiar de turno del sorprendido? ¿No tienen suficiente estress los decoradores como para ir aguantando sus interrupciones inoportunas a cada punto? Dejo las cuestiones en el aire para ver si alguna alma cándida se atreve a responderlas.
Comentarios
Un besazo enorme y mimitos para el pitufo.
Que se cure pronto tu crío. Y el hombro de tu suegra...bueno, esto lo dejo a tu propio criterio.
Neo, es mejor que no intente bailar mientras veo Fama, la próxima lesionada sería yo.
Impenitente, veo que le tienes "aprecio" a Nuria Roca, no cabe duda alguna. El programa que propones imagino que debería ponerse en el prime time en la noche de viernes para competir con otro tipo de carnaza bestia como son SALVAME DE LUXE y DEC.
Que se mejore pronto el pequeñajo. A ver si cambia pronto su afición a la otitis por otra más lucrativa. Que sé yo, hacerse futbolista profesional o algo así...