Yo no quería, yo no quería, de verdad, os lo digo en serio, no quería tener consolas en casa de ningún tipo. Jamás acepté la tentación de comprar la Play 1, ni la 2, ni la 3, ni la PSP, ni la WII, cuando esta Navidad todos mis amigos fardaban diciendo que tenían una, no yo me mantenía fría ante este tema como un témpano, y advertía a mi marido que no se le ocurriera regalarme una jamás.
Pero todos caemos alguna vez, hasta ha caído el arco del Perito Moreno en pleno invierno austral, y cuando el día 25 de junio, día de mi cumpleaños, mi chico apareció en casita con un regalo preciosamente envuelto, lo abrí y ví aquella maravilla de Nintendo DS en su interior, toda azul y con su "Más brain training" y todo, me puse como loca de contenta. Y bueno desde entonces hasta hoy no ha pasado día que no haya tenido mi ratito para la Nintendo DS. Mientras le doy pecho a mi niño, o cuando duerme si yo no puedo conciliar el sueño, o cuando sea, mi ración de "Práctica diaria", de "Sudoku" o de "Test" me acompaña.
Y es que lo sabía, sabía que en cuanto tuviera una consola me perdería por ella, y por eso no quería tener una, pero bueno ahora está ya en mi casa y en mi cabecita. Y ha llegado en el momento perfecto, casi al mismo tiempo que mi nene, y como mi nene es lo primero, el enganche a la consola se ha relegado a un plano inferior, y por eso no ha sido tan pernicioso como si la hubiera tenido antes en mi vida.
Pero todos caemos alguna vez, hasta ha caído el arco del Perito Moreno en pleno invierno austral, y cuando el día 25 de junio, día de mi cumpleaños, mi chico apareció en casita con un regalo preciosamente envuelto, lo abrí y ví aquella maravilla de Nintendo DS en su interior, toda azul y con su "Más brain training" y todo, me puse como loca de contenta. Y bueno desde entonces hasta hoy no ha pasado día que no haya tenido mi ratito para la Nintendo DS. Mientras le doy pecho a mi niño, o cuando duerme si yo no puedo conciliar el sueño, o cuando sea, mi ración de "Práctica diaria", de "Sudoku" o de "Test" me acompaña.
Y es que lo sabía, sabía que en cuanto tuviera una consola me perdería por ella, y por eso no quería tener una, pero bueno ahora está ya en mi casa y en mi cabecita. Y ha llegado en el momento perfecto, casi al mismo tiempo que mi nene, y como mi nene es lo primero, el enganche a la consola se ha relegado a un plano inferior, y por eso no ha sido tan pernicioso como si la hubiera tenido antes en mi vida.
Comentarios
No se si he entendido bien.¿Juegas a la consola a la vez que das el pecho?
Si es asi,vendria bien que apareciese Yannise,la de Friends,y te soltase un mas que merecido,"oh,dios miiiio"
OH dios miiiiio
Bueno, la verdad es que en casa tenemos una play con muchos accesorios, pero yo no la uso.
Mi chico se pica un poco porque para nuestro aniversario me regaló una alfombra que hay que es para bailar y un sing star con dos micros para que cante, pero la verdad es que aún no los hemos usado.
Sigo diciendo que las consolas no están pensadas para mi.
BEsos
Mae: Pues no te regalaré nunca una...
Juan: Y tú lo que eres es un gorrón, anda que invadiendo casas de los amigos para jugar a la consola, y luego dicen de lo tacaños que son los catalanes...