The final countdown.

A principios de junio si todo sale bien llegará al mundo mi pequeño tesoro, sí, cada día os confieso que estoy más emocionada con la idea y aunque sé que va a ser un reto personal tremendo le tengo muchas ganas. Ahora lo tengo aquí moviéndose constantemente dentro de mí, mandando señales a su mamá y también a su papá, cuando se acerca cada noche a mi tripita para hablarle o tratar de notar sus movimientos, cada vez más claramente perceptibles. Disfruto del momento porque sé que dentro de poco vendrán las noches sin dormir, el llanto incalmable y la contínua sensación de ser una inepta para el oficio de la maternidad, pero como os digo, el tenerle a él me compensará todo eso y más. Es lo que tiene un embarazo tan deseado.
Aún con todo estoy en una contínua cuenta atrás y trato de aprovechar al máximo mi tiempo para hacer todo aquello que sé que después será complicado hacer.
Leo mucho, mi mesilla de noche anda saturada de libros, el último, EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL COLERA, una historia maravillosa que me tiene cautivada desde que empecé a desgranar sus páginas.
También aprovecho para organizar el piso, vivir en pareja durante tanto tiempo sin niños en casa da para acumular muchos trastos y cuando un habitante nuevo llega hay que empezar a tenerlo todo un poco en su sitio para que luego no se acabe caotizando más de lo que se caotizará irremediablemente.
Lo de salir ya lo he aparcado bastante, desde hace un mes aproximadamente que fue cuando me escapé a la nieve con mis amigos, tengo un dolor constante en la espalda que me impide mantener una vida social activa, como mucho tranquilos paseos o cafes relajados, poco más, ni viajes largos, ni salidas nocturnas, ni nada similar, el cansancio se apodera de mí y hay que cuidarse y descansar, el embarazo es lo primero.
Trato de mantenerme al día en los blogs que frecuento aunque no tanto como solía la verdad. Pero no quiero dejar de hacerlo. También sigo FAMA, aunque sólo los fines de semana y vacaciones, porque su intempestivo horario no me permite verlo cada día.
Y como no me he convertido en una devoradora de series, más si cabe. Trato de ver las temporadas pendientes de mis series favoritas. Ya he finalizado la sexta de 24, y ahora estoy viendo al mismo tiempo la cuarta de MUJERES DESESPERADAS, la segunda de CINCO HERMANOS, la cuarta de HOUSE, la tercera de PRISON BREAK, la segunda de HEROES y la primera de LOS TUDOR, y si me da tiempo querría ponerme con la cuarta de LOST, aunque he de reconocer que justo es eso lo que me falta, tiempo.
De momento de todas como siempre la que más me engancha es MUJERES DESESPERADAS,es indudable que los guionistas de esa serie me tienen pillado el hilo, cada temporada saben cómo engancharme hasta la médula y en esta cuarta la cosa sigue igual. El misterio gordo de la nueva vecina me tiene intrigadísima pero esto no se acaba aquí, el amor-desamor de esa genial pareja conformada por los ex-señores Solis está intersantísimo, al igual que el personaje de Bree que ha vuelto con fuerza esta temporada tras su ausencia prolongada por embarazo real en la anterior. Y todo ello aderezado por la adicción a las drogas de Mike y la enfermedad de Lynette, que entre otras muchas cosas, hacen que sin duda MUJERES DESESPERADAS siga en lo más alto de mis preferencias.
Por su lado HEROES, que fue una de las estrellas de la pasada temporada, de momento anda un tanto descafeinada. Quitando la historia de Hiro en el Japón antiguo claro, y es que no acabo de ver la gracia que tiene añadir tantos personajes nuevos a la serie, no sé donde puede acabar todo esto, y sabiendo las malas referencias que los que ya la han visto me han dado, miedo me da.
Por su parte PRISON BREAK, en contra de las expectativas que tenía de esta tercera temporada, me ha vuelto a cautivar, no sé bien si por la belleza de Michael o por la interesante trama que se está cociendo en la asfixiante Sona, no sé, pero me ha picado su gusanillo, veremos como sigue.
De CINCO HERMANOS, la más culebrón de las series que sigo, he de decir que me sigue gustando. El año pasado empecé a verla con cierto repelús, Calista Flockhart nunca fue santo de mi devoción, ni tampoco Rob Lowe, la verdad, pero mira por donde que ahora estoy en un sinvivir por saber si se casarán o no, si llegará a presidente o no, entre otras incógnitas más. Es mi vena más maruja y no se puede evitar.
HOUSE me empieza a cansar, sí, nunca pensé que diría algo así pero el mejor indicativo es que muchos días me duermo viéndola, y eso es señal indudable de que algo no funciona entre la serie y yo. La sigo pero es que no acabo de verle el sentido ni el hilo a esta cuarta temporada y por eso creo que o los guionistas dan un buen giro a la historia para que recapte mi atención o mi devoción por Gregory tiene los días contados.
LOS TUDOR los he empezado a ver por una sóla y simple razón: Jonathan Rhys Meyers. Desde que me hechizó en MATCH POINT y en los anuncios de BOSS, no puedo resistirme a su encanto morboso, y el papel de Enrique VIII le va al pelo. Luego estará el rigor histórico, cuyo nivel desconozco, o la maravillosa ambientación de la serie, que está muy lograda, pero por encima de todo está él, sólo él, y con su imagen me despido, buena Semana Santa!