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Mostrando entradas de noviembre, 2007

Fotocopias.

Ni soy una experta en la historia de la radio ni lo pretendo ser pero hoy por la mañana viniendo al trabajo en el coche escuchaba uno de esos programas despertador que te despiertan por la mañana básicamente por los gritos que echan sus contertulianos, en concreto el de Radio Flashback que es la que escucho habitualmente y que se llama "El matí i la mare que el va parir" (o traducido "La mañana y la madre que la parió" título que pierde sustancia en el idioma de Cervantes), y he pensado en el por qué todos los programas de este tipo son fotocopias exactas unos de otros. La madre del cordero creo que fue "Gomaespuma" y por ahí cerca empezó también el "Anda ya" de los "40 comerciales" (emisora que adoraba en mi adolescencia y cuyo odio creciente en mí me demuestra que los años pasan para mí persona o como diría Zar la tierra sigue dando vueltas mientras yo estoy en ella) y no he alcanzado a encontrar la respuesta. Tampoco sé bien porque l

Mi corazón no está para estos trotes...

Hay actividades que está claro que no se recomienda practicar cuando una está en estado de buena esperanza como montar a caballo, correr una maratón o subirse al Dragon Khan de Port Aventura, actividades que yo a mí misma me recomiendo no practicar sin estar embarazada también. No sé si me explico. Pero hay otro tipo de actividades que aunque no están tan claramente contraindicadas tampoco son buenas en estos dulces momentos de la vida en los que una está más sensible que una película de Nora Ephron o un capítulo de los Teletubbies. Ayer tarde acompañé a mi marido y a un grupo de amigos al Supercross de Barcelona que se celebró en el Palau Sant Jordi a las cinco en punto hora local. En mi vida había ido yo a un evento de esta calaña, básicamente porque no me interesa en absoluto, pero mi chico ya se ha chupado algún que otro partido del Barça de mis amores en el Camp Nou (sin que le guste nada de nada el "furgol") y de vez en cuando hay que ceder un poquito con la pareja. La

Relación fatal.

No tranquilos, no voy a divorciarme como Elenita y Jaimito, no, mi amor por mi chico es puro y verdadero y nuestra relación no está en peligro. La que sí está en peligro y grave, es la que mantengo con mi informático, que digo, con todos los informáticos que han pasado por mi vida desde tiempos inmemoriables. Y hoy la gota ha colmado el vaso. Os pondré en antecedentes. A mí me gusta la informática, no soy una entendida pero desde que tengo uso de razón siempre me ha atraído la idea de tener un pc propio. Lo conseguí a la tierna edad de doce años y después de chuparme un curso de tropecientasmil horas de programación en lenguaje Basic en el que desde luego no aprendí absolutamente nada pero sirvió para demostrar a mis progenitores mi pasión por el tema. Mi primer ordenador era de segunda mano y duró lo que dura un caramelo en la puerta de un colegio. Pero cuando por fín demostré en casa que necesitaba uno nuevo para poder estudiar y hacer los trabajos "a limpio" bien presenta

Y nada más.

No necesito más. Sólo a ti. Lo sabes. Lo sé. Ninguna cura mejor para las heridas de mi alma y mi corazón. Nadie lograr esbozar sonrisas en mi cara como tú. Nada más sólo tú. Por eso hoy otra vez quiero decírtelo. Necesito recordártelo. Necesito gritárselo a este viento frío que acaricia como el filo de una navaja mi rostro. Te necesito. Te necesitamos. Ahora en plural. Siempre. No lo olvides. Y nada más. P.D. Trataba de buscar una imagen, una canción o un texto que acompañara estas letras pero me temo que no lo encuentro. No hay nada que pueda explicar lo que siento, nada.

De sangre azul!

Hoy te robo el papel de analizador de vídeos, te usurpo tu habitual rol, estimado Vargtimen, porque la ocasión se lo merece, porque ella lo vale como diría Penélope de su laca mágica. Sí amigos nuestro Rey también se cabrea, sí, el monarca español tiene mala leche, más que Schuster cuando los árbitros son catalanes, que no si son de Almeria, más que la vaca de mi tía Juana antes de irse al otro barrio pasando a mejor vida, sí el Rey tiene sangre en las venas en vez de horchata, que será azul, será verde como la de los lagartos de V, o será naranja como la Fanta pero lo esencial es que está allí, que corretea cual manantial de montaña, y eso merece que comente el vídeo del fin de semana. Procedamos a su visionado en primer lugar. El amigo ZP defiende a capa y espada a su antecesor en la Moncloa, José María Aznar, ante los achaques del siempre dicharachero presidente venezolano Hugo Chavez. Que boquita más grande tiene por favor, eso se piensa pero no se dice.... aysss!!! La amiga Trini

Gem.

Yo siempre saqué buenas notas, pero para ello me tenía que dar unas panzadas de estudiar que no veáis, la constancia siempre ha sido una de mis virtudes, tal vez la básica, porque por lo demás era bastante "dura de mollera" y tenía que machacar con insistencia las asignaturas para superarlas holgadamente. Mientras estuve en el colegio y más tarde en el bachillerato me fui defendiendo bien. En cuanto empecé en la universidad la cosa se complicó. Pero constante y tozuda como era no iba a dejar yo que aquello acabase conmigo, ni de coña. Así que en algunas asignaturas más complejas tuve que recurrir a las clases de refuerzo que se impartían en la academia Gem. De aquel lúgubre lugar sólo recuerdo tres aspectos: sus escaleras tétricas de caserón del siglo XIX, su localización en la zaragozana plaza de San Francisco y su profesor (si había más se me han borrado por completo del disco duro). Debía rondar los sesenta y se fumaba un paquete de Habanos en cada clase (las clases duraba

Noche de brujas.

Desde que la niña del Exorcista poseyó mi cuerpo hará unas semanas mi vida se ha convertido en un triste devenir demasiado escatológico para ser descrito en estas líneas, y todas las noches no son noches de bodas como diría el amigo Sabina, sino noches de brujas, porque hay que ver lo mal que estoy llevando este ansiado, buscado y deseado embarazo. Pero como todo es por un buen fin, o al menos eso queremos creer mi marido y yo, tratamos de tomarnos el asunto como Paloma Cuevas, que me lleva un mes de adelanto aunque esa tabla de planchar que sigue teniendo por estómago no lo delate, con mucha, muchísima ilusión y algún que otro Ferrero Rocher. Y es que hace falta ponerle ilusión a las cosas cuando te pasas más tiempo mirando el fondo de la taza del váter que la pantalla del pc del trabajo, y ya paro que no quería ponerme marranota y me parece que voy por mal camino. Y la ilusión te la da su primera foto, sí, la primera ecografía, en la que sólo ves un pequeño "garbancito" y t