El pasado fin de semana por fin tuve la oportunidad de ir al cine un par de veces. Por unas cosas u otras hacía mucho tiempo que no pisaba una sala pero el motivo del estreno de la penúltima película de Woody Allen, uno de mis directores favoritos, era desde luego la excusa ideal para hacerlo. De CASSANDRA'S DREAM ya se ha dicho de todo durante esta semana por los foros y los blogs de cine. La crítica se ha cebado con ella, aunque a mí eso francamente no me importa, y entre el público fiel al director neoyorkino tampoco hay unanimidad de criterios. Yo soy de la opinión que el film está realmente bien, y ya no sólo porque siempre el trabajo de Allen me parece una perla entre la arenisca de la cartelera, no. Sino porque él sigue en sus trece haciendo un cine propio y personal, alejado de convencionalismos y marcado sólo por sus propias normas, porque él lo vale, leñes! Woody aborda de nuevo la temática de DELITOS Y FALTAS y de la más reciente y también ambientada en Londres, MATCH PO
El mundo visto con humor, amor y mucha tolerancia.